Dónde ver cine clásico e independiente en la Ciudad

La Ciudad de Buenos Aires ofrece una vasta cantidad de salas de cine alternativas a las famosas cadenas. Hay desde salas de exhibición hasta gran cantidad de cine clubs. Allí se puede ver cine clásico e independiente, sea nacional o extranjero.

Una de esas pocas buenas salas es la Leopoldo Lugones, ubicada en el décimo piso del Teatro General San Martín. Se trata de una amplia sala con superficie alfombrada y butacas centradas. Funciona desde 1967 con el apoyo de la Fundación Cinemateca Argentina, entidad dedicada a la conservación del patrimonio fílmico. Se caracteriza por la proyección de películas, como dijimos, de cine clásico o independiente nacional e internacional.

LA LUGONES

Diego Brodersen, director de Programación de la sala, afirmó a ANCCOM que, con el objetivo de “mantener vivo el cine” organiza ciclos de revisionismo y producciones independientes que no serían programadas por ninguna de las grandes cadenas. “Cambió el hábito de ir al cine. Todos los estrenos están doblados. Se usa mucho el celular. Cada vez hay más ruido de alimento”, explicó. La Lugones, como se la conoce, toma aquellas películas que plataformas como Mubi o Paramount no logran acordar para proyectar en los cines. Así se pudo ver “La decisión de partir”, de Park Chan-wook. Esta película no iba a ser estrenada en Argentina, sin embargo tuvo ocho funciones allí en la primera quincena de junio.

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EL GAUMONT

A cinco cuadras de la Lugones, en Rivadavia 1635, se encuentra el Cine Gaumont. Funciona de lunes a domingos de 12 a 24. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales -INCAA- lo alquiló a sus propietarios en 2003 con el fin de transformarlo en la casa matriz de los Espacios INCAA. Se enmarca dentro de la Ley 17.741 que busca, a través de la apertura de salas en diversas localidades del país, recuperar la tradición de los argentinos de vivir el cine como hecho cultural y social, como arte y entretenimiento. El edificio de estilo racionalista cuenta allí con tres salas que llevan nombres de  significativos directores del cine argentino: Leonardo Favio (Sala 1), Maria Luisa Bemberg (Sala 2) y Fernando Birri (Sala 3). En éstas, se lleva a cabo la proyección de cortos y largometrajes argentinos tanto contemporáneas como emblemáticas.

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EL COSMOS

En Corrientes al 2046 está el Cine Cosmos, un histórica sala cinematográfica que se ganó su fama en la década de 1960 al proyectar películas alternativas de origen soviético. En 2010, fue comprado, reacondicionado y reabierto por la Universidad de Buenos Aires. Desde su reapertura, cuenta con una sala principal para 160 espectadores y una microsala para 30. De miércoles a domingos a partir de las 15 ofrece una programación con estrenos y reposiciones de películas nacionales y extranjeras, tanto de ficción como documental.

EL MALBA

Por último está la sala del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). De jueves a domingos, se proyectan films nacionales e internacionales, clásicos y contemporáneos, amalgamados en ciclos usualmente mensuales. Además, suele ser el albergue de cineclubes que utilizan el espacio para presentar películas bajo sus propios criterios cinematográficos.

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LOS CINE CLUBS

El objetivo del cineclubismo es mostrar en pantalla grande cintas que nunca serían proyectadas en las grandes cadenas comerciales. La Ciudad de Buenos Aires tiene una gran actividad de cine clubs que suelen funcionar en las salas mencionadas.

Según cuenta ANCCOM, el Cine Club Núcleo, fundado en 1952, tiene funciones todos los martes a las 18 y 20.30, y el segundo y cuarto domingo de cada mes a las 11, en el Cine Gaumont. Se caracteriza por ser un espacio para descubrir películas que no se habían estrenado en Argentina. Este cine club fue una de las primeras entidades cinematográficas rioplatenses en difundir la filmografía de Ingmar Bergman. Los requisitos excluyentes para asociarse son “tener más de 16 años y gustar mucho del cine”, así como hacer el trámite desde una hora antes de la exhibición.

Otro ejemplo es el Cine Club Nocturna, creado en 1994 por Christian Aguirre, el cual los viernes cada quince días proyectan en el MALBA en 35 milímetros clásicos del terror y ciencia ficción. Tienen funciones dobles a las 22:30 y 00:30 a precios populares.