Por JUAN PABLO LOHLÉ / Dirigente político
Entre Rusia y Ucrania la guerra continúa y aparecen los primeros mediadores. En este posicionamiento internacional están Francia, la UE, China , Turquía, Brasil. Las intermediaciones son cuestionadas por los contendientes. Es el caso de China, que fue criticada por los Estados Unidos .
La propuesta de Brasil no fue aceptada por Ucrania. Lula en China con Xi trató el tema de crear un grupo por la paz. Su asesor Celso Amorin hizo lo mismo con Putin recientemente. En este contexto, el canciller ruso asume la presidencia en el Consejo de Seguridad y dice que su país negociará solo a partir de los intereses rusos y los principios en los que se fundará el nuevo “orden mundial”.
Así afirma que deben considerarse los intereses rusos y acusa a Estados Unidos de prolongar la guerra en Ucrania. Espacio para reflexionar. En el futuro es bueno hacernos algunas preguntas. ¿Está definido ese nuevo orden? ¿Qué compartimos con el orden mundial iniciado por Putin?: ¿la invasión territorial? ¿La guerra? ¿La amenaza nuclear? ¿La incriminación penal por el Tribunal de La Haya? ¿La autocracia absolutista que pretende restaurar un orden pasado?.
Rusia miraba a Europa y ahora mira hacia Asia. Particularmente hacia al Imperio del Centro. Crearon la “cortina de hierro” para una Europa Oriental que dejó de serlo, porque buscó su independencia, a partir de los valores de la libertad y la caída de la Unión Soviética. Hoy, Finlandia es una nueva espina que se inserta en la OTAN.
El gran historiador Arnold Toynbee (1889-1975), estudioso de China, decía que entre Asia y Europa, Rusia podría ser el equilibrio y evitar los conflictos. No es lo que está sucediendo. Veremos cómo evoluciona. Macron luego de su encuentro con Xi en Beijing expresó que Europa debe constituirse en una tercera potencia mundial. ¿Dónde estamos como Argentina?: En el hemisferio occidental. En el “extremo occidente” en el decir de Alain Rouquié. Es geografía y además un conjunto de valores, de historia, de construcción de futuro. Es un lugar de producción y desarrollo integral capitalista.
Formamos parte de un espacio geopolítico y estratégico mayor, que incluye a Estados Unidos, Canadá, México, Brasil y los países que conforman las subregiones de nuestro continente. Los pueblos nativos. La Unión Europea, África-Asia, son el reflejo de nuestros ancestros migratorios como conformación sociocultural de nuestro hemisferio.
A pesar de esta riqueza, somos una región de grandes desigualdades.
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Me viene a la memoria, estando en Nueva York, siendo Alfonsín presidente, cuando el embajador argentino Marcelo Delpech nos invita a almorzar con su colega norteamericano en la ONU, el embajador y general Vernon Walters (1917-2002) que había sido hombre de confianza de Richard Nixon, y en la CIA durante su presidencia. Un hombre que por su actuación guardaba grandes secretos de Estado.
Nos dice allí Delpech que el General quería transmitirnos por nuestra juventud y militancia la misión dada a él por Nixon y su encuentro que tuvo con el general Perón en Olivos. Un testimonio personal del cual no había información pública.
Cuenta que tuvieron una larga conversación de tres horas donde el enviado de Nixon hizo un pormenorizado recuento de hechos y de reconocimiento a Perón de su visión regional y global. Nos expresó que de haberlo escuchado en su momento hubiéramos evitado muchos problemas en la región.
Sobre todo cómo manejarnos con las izquierdas que emergieron en América Latina, donde ya había triunfado la revolución cubana. Que Nixon tenía mucho interés de conocerlo. El general voló en el Air Force One. Perón le envió su helicóptero a Ezeiza y lo recibió de guayabera con gran empatía de general a general.
Los problemas de salud de Perón y el Watergate de Nixon no hicieron posible el encuentro de los Presidentes. Pero sepultaron consignas arraigadas en otro momento histórico . Abrieron la puerta a la democracia integrada competitiva de mercado en el marco del continentalismo capitalista.
Días después, Perón echó a los Montoneros de Plaza de Mayo. Eso no quiere decir que aún hoy persisten miradas inmaduras e inconsistentes, fuera del tiempo que nos toca vivir. La Guerra Fría dejó sus cicatrices. Pretenden acercarnos a lo que está lejos para diluir nuestra ubicación y pertenencia. Confusión estratégica, supone elegir aliados de circunstancia o lenguaje ocasional de acuerdo a la conveniencia coyuntural.
Esto está ocurriendo en nuestro país por falta de patriotismo, que significa sentido histórico del presente. Alinear las necesidades nacionales a proyectos mezquinos, carentes de grandeza , con actores nacionales y regionales que operan con potencias extracontinentales con conflictos políticos distantes de nuestros intereses. Se habla de “aliados estratégicos” , “aliados estratégicos integrales” , difícil de entender, vulgarmente, lo que denominamos “diplomacia a la bartola”.
Parece que tenemos en la “crisis” la costumbre de ponernos un traje de conveniencia sin medir las espaldas ni los botones que lo sostienen. Nos parecíamos a Canadá también a Australia (el tiempo pasó). Los argentinos tenemos la respuesta para el presente. Solo hace falta ponerla en marcha . La realidad atormenta. Toda nueva elección nos da una oportunidad.