Por CARLOS RUCKAUF / Ex Vicepresidente de la Nación
Una fuerte grieta se abrió entre el Presidente de la República y los gobernadores. La Casa Rosada aceptó modificar el 50% de la Ley Bases y hasta retiró el tema fiscal. Una capacidad negociadora de la que, se suponía, Milei carecía. Algunos de los gobernadores confundieron vocación de diálogo con debilidad. Los legisladores oficialistas y sus aliados “dialoguistas” se encontraron con la sorpresa de la “contraorden” del gobernador de Córdoba.
Curiosamente el conflicto se desata al tratarse los fideicomisos, calificados como “opacos” por analistas de cuya imparcialidad no cabe duda alguna. Veintinueve de esos fondos fiduciarios gastan cada año el 2% del Producto Bruto Interno de la Argentina. Dicha cifra sideral carece, en la mayoría de los casos, de control alguno. La inmensa mayoría fueron creados por el kirchnerismo con excusas plausibles, pero “oscuridad” manifiesta.
Tras reclamos de vecinos, ahora Barrancas de Belgrano tiene más luminarias
Muchos gobernadores fueron electos por los mismos votantes de Milei. Al menos uno de ellos le ganó al peronismo de la mano del corte de boleta “pegándose” al candidato presidencial liberal. Es probable que la articulación política para “salvar” los fideicomisos este compuesta por muchos gobernadores y diputados que actuaron de buena fe.
Lo cierto es que Milei y muchos de ellos fueron elegidos para salir de tantos años de postración y debieran repensar cómo acabar con un sistema sin controles, que no cumple con los objetivos para los que se dijo fueron creados.Desmontar ese gasto, separando “la paja del trigo”, ayudaría muchísimo al objetivo de disminuir un gasto público exorbitante, acabar con la inflación y llegar a la prometida libre competencia de monedas.
La colisión debe evitarse. El camino más lógico es un Pacto Fiscal donde Nación y Provincias eliminen gastos superfluos y protejan a los ciudadanos. Esta claro que sin el déficit 0 la salida de la inflación y la recesión es imposible.
Hasta Kirchner lo decía en su discurso inaugural : “la sabia regla de no gastar más de lo que entra debe observarse. El equilibrio fiscal debe cuidarse (…) El equilibrio de las cuentas públicas tanto de la Nación, como de las Provincias es fundamental (…) No se puede recurrir a la emisión de moneda sin control, haciéndose correr riesgos inflacionarios (…) El mantenimiento del superávit primario y la continuidad del superávit externo nos harán crecer”.
Por supuesto, en el decurso de sus cuatro gobiernos, el kirchnerismo abandonó los postulados de su líder. El gobierno encabezado por Alberto Fernández hizo todo lo contrario : gastos discrecionales desaforados, monstruoso incremento del gasto publico, déficit fiscal, hiper emisión monetaria y la herencia de estanflación (inflación con recesión) que todos los argentinos estamos sufriendo, y que el partido que usurpan Alberto Fernández y Máximo Kirchner se empeña en agravar con una táctica parlamentaria obstruccionista.
Quienes simulan un peronismo que nunca sintieron, confunden defender derechos con impedir una salida al drama del que fueron cómplices: la destrucción del aparato productivo, la mitad de los argentinos bajo la línea de pobreza, la destrucción de la salud y la educación pública.
Aun no entienden que el pueblo no los traicionó. Ellos traicionaron al pueblo y este, en las urnas,“hizo tronar el escarmiento”.