Desde el 1 de noviembre, la Ciudad lanza la campaña “Buenos Aires sin mercurio” con el objetivo de disponer de manera ambientalmente segura termómetros, barómetros, hidrómetros o tubos manómetros que contengan mercurio, sin importar si están sanos o dañados. La propuesta consiste en cambiar aquellos elementos que contienen mercurio por un termómetro digital o de pistola, según disponibilidad y hasta agotar el stock.

Si querés participar, deberás acercarte a los Puntos Verdes Móviles con un impuesto o servicio a tu nombre. Acá tenés el cronograma de los Puntos Verdes Móviles.
Según detallaron desde el Gobierno porteño a SECCIÓN CIUDAD, a partir de diciembre, los Puntos Verdes Móviles continuarán recibiendo los termómetros y otros elementos de medición con mercurio para su correcto descarte, pero sin realizar un intercambio.
Todos los elementos recibidos son gestionados como residuos peligrosos: se acopian en centros habilitados y luego son trasladados a un relleno de seguridad para su disposición final.
EL PELIGRO DEL MERCURIO
El mercurio debe ser tratado de manera segura porque es peligroso para la salud: en caso de tocarlo, puede ingresar por vía dérmica y causar irritación o intoxicación leve; si es inhalado, sus vapores son tóxicos y pueden provocar dolor de cabeza, mareos, náuseas o dificultad para respirar; en caso de ser ingerido puede afectar el sistema nervioso, los riñones y otros órganos.










