Belgrano: Proponen que el espacio Vía Viva se llame Vía Bibas, en homenaje a las víctimas del terrorismo

Un proyecto de ley presentado por el actual legislador porteño y candidato a la reelección por Unión Porteña Libertaria, Yamil Santoro, propone la creación de la calle peatonal “Vía Bibas” en el barrio de Belgrano, como forma de rendir homenaje a las víctimas del terrorismo y preservar su memoria de forma permanente. La iniciativa establece la afectación a vía pública del tramo comprendido bajo el viaducto de Tren Mitre, entre Avenida Monroe y la calle Sucre —espacio conocido actualmente como “Viaviva”—, y propone su nueva denominación con valor normativo. 

“Este proyecto no sólo busca regularizar la nominación de un espacio urbano utilizado por miles de vecinos, que actualmente no tiene el reconocimiento legal como calle, sino que también busca dejar testimonio de una tragedia que nos afecta como país y Ciudad por las muchas víctimas con raíces argentinas y porteñas”, señaló Yamil Santoro, creador de la iniciativa. Esta posee una petición en change.org asociada, que lleva al momento recolectadas más de 65.000 firmas.

La calle llevaría el nombre de “Vía Bibas”, como expresión de memoria viva frente al horror que sufrieron Yarden Bibas, su esposa Shiri Silberman y sus hijos Ariel, de cinco años, y Kfir, de nueve meses, y que les costaría la vida a los tres últimos. Esta familia, de raíces argentinas fue secuestrada durante el ataque perpetrado por el grupo terrorista Hamás el 7 de octubre de 2023 en el sur del Estado de Israel. Yarden fue liberado el 1 de febrero de 2025, pero su esposa e hijos fueron asesinados en cautiverio. Sus cuerpos fueron restituidos recién el 20 de febrero, tras más de 500 días de angustia e incertidumbre.

“Nombrar esta calle es una forma de honrar a todas las víctimas del atentado del 7 de octubre de 2023 memoria y decirle nunca más al terrorismo. Espero que los que aún siguen secuestrados regresen pronto con vida”, sostuvo Yamil Santoro.

El proyecto remarca el carácter simbólico del lugar elegido, ubicado en una zona de gran diversidad cultural y de tránsito cotidiano. La nominación formal, además, busca reforzar los lazos históricos entre la Ciudad de Buenos Aires y la comunidad judía, víctima también en nuestro país de los atentados a la Embajada de Israel (1992) y a la AMIA (1994), ambos perpetrados por grupos vinculados al extremismo internacional.

“Esta calle no es solo un homenaje. Es un recordatorio permanente del costo del odio y de la necesidad de reafirmar la paz, la convivencia y los valores democráticos”, concluyó el autor.