Por CARLOS FARA / Consultor político
Milanesas por un lado y asado por el otro. Así se va desgranando el menú gastronómico oficialista, con austeridad, como Dios manda. Así va metiendo cuchara el gobierno en el juego de la política argentina. Primero fue la discusión interna del radicalismo, luego la incipiente fusión de los “pro-patricios” con los libertarios en la legislatura bonaerense. El presidente, envalentonado con el veto a la actualización jubilatoria, también lo hará con el presupuesto universitario. Va devolviendo pelotas -presionado desde el fondo del court- en aquellas ocasiones que el rival tiene el saque y se fue a la red para ganar el tanto. Eso parece mostrarlo con fortaleza.
Dicha resistencia y actitud resolutiva es ayudada, entre otros, por el conflicto con los gremios aeronáuticos. Además del incordio que le generan a miles de pasajeros, le dan maravillosos argumentos al gobierno para algo como una privatización, y sobre todo, con un sindicalismo autonomizado del pensamiento de sus bases, quienes creen que Biró ha entrado en una fase de locura. Cristina, la sabia, tiende puentes invisibles al gobierno para acordar algo, como lo contamos en esta columna la semana pasada. Otros que ayudan al león son los intendentes que cobran la tasa vial en sus distritos.
Volviendo a las ocasiones en que se expresa la gastronomía libertaria, no parecen ser felices a la hora de los hechos políticos. Macri sigue mascando rabia porque lo “boludean”, y el asado “a la romana” no tuvo buen impacto comunicacional, ya que equivocaron la consigna. Festejar un recorte de hecho a los jubilados, como lo será con las universidades, son gotas que empiezan a llenar el vaso de la paciencia social. A propósito, ¿qué lectura habrá hecho el gobierno de la gaffe del show del domingo a la noche con el presupuesto? Bajo raiting mata galán.
Varias cosas para apuntar al respecto:
1. Los domingos a la noche la enorme mayoría social quiere despejarse porque al día siguiente “hay que volver al yugo”.
2. El presupuesto nunca fue un tema muy convocante para la ciudadanía. ¿Tanto lío porque iba a ser con equilibrio fiscal?
3. El disco empieza a estar un poco rayado. El discurso en sí mismo no agregó nada.
4. Fue una escena más para tensar con el kirchnerismo.
5. La revolución libertaria que se burla de los medios de comunicación tradicionales, recurrió a la vetusta cadena nacional. Adivinaste! Sí, como Cris (falta que diga “vamos por todo”).
6. Por último, ¿cuál es la epopeya ahora?
¿Sera por todo esto que estamos comentando que el gobierno profundiza cierta caída en la aprobación, justo cuando agosto mostró algunos signos de recuperación económica, pero que no es precisamente el consumo masivo? Ahora el Indec nos confirma que el piso de actividad no fue ni marzo, ni abril, que quizá haya sido mayo o junio, o más tarde… Dólares están apareciendo vía blanqueo y carry trade (¿esto no lo había hecho ya Toto con Macri?), con lo cual calma la plaza por un buen rato, sumado a la demorada decisión de la Reserva Federal de bajar la tasa, lo cual ayuda a los países emergentes, ergo a Milei y a… Kamala.
¿Está el radicalismo en una crisis profunda? Sí, y era de esperar que todo esto sucediese, simplemente porque su base social tiene más miedo a un regreso del kirchnerismo que a la forma en que lo está haciendo Milei. Ahora, debe decirse que no es la primera vez que el radicalismo se siente tensionado por un nuevo clivaje político nacional. También sucedió con el kirchnerismo que llevó a Cobos acompañando a Cristina en la fórmula de la mano de la Concertación Plural. Algunos cuadros quedaron del otro lado del río, pero la gran mayoría –los de mayor peso específico- regresaron “vencidos a la casita de mis viejos”. Algo así como “que se doble pero que no se rompa” y, sobre todo, que no se note. Como ya señalamos en otra edición, va a ser interesante cómo sale la interna partidaria en Provincia de Buenos Aires, delatando el tironeo entre las dos alas.
Dado el conflicto radical y los shows presidenciales, estos dos árboles taparon a otro que se las trae. El bueno de Kicillof dijo que no cuadra en su distrito la boleta única nacional –que no sabemos cómo se aprobará en Diputados porque ahora tiene otra composición-y que, al haber incompatibilidad operativa, se abre la puerta a una elección separada para cargos provinciales y locales. ¿Una revolución estaría en marcha y no nos dimos cuenta? Porque la PBA nunca se separó de la nacional. Eso implicaría “un montón”. Veamos:
1. si se despega y adelanta el cronograma, podríamos tener un año electoral endemoniado en el distrito donde vive nada menos que el 40 % del padrón nacional;
2. Evitaría que se nacionalice la discusión provincial y eso contamine a los intendentes, quienes tendrían más peso en la incidencia de los resultados locales;
3. Pondría al mundo no peronista –los ex Juntos + LLA- a definir más prontamente si hacen o no alianza;
4. Si gana UP o cómo se llame, ¿tendría efecto sobre la nacional?
5. ¿Eso ayudaría a que cicatricen las heridas internas del kirchnerismo?
6. ¿Qué dirían los candidatos a diputados nacionales de UP respecto al hecho que la estructura se movería más pachorra en las PASO y octubre?
Como los ministros que quiere el ex Emir de Cumelén (ex porque ya nadie va para allá) no terminan de aparecer, el calabrés va juntando más bronca. Un empresario que se ve con Milei cada 15 días, cuenta que el presidente se burló de aquellos pedidos de ocupar cargos. Dijo que no le interesaba el “valor agregado” que podían traerle Iguacel o Dietrich. Obligado Mauricio a acompañar públicamente la épica oficialista, el juego se le achica. ¿Será por eso que alimenta con argumentos dignos de un opositor a un muy popular periodista de alto rating radial y televisivo?
Cómo rezaba el famoso tema de Pérez Cardozo e Hilario Cuadros –los 60 granaderos con corazones de acero- Milei ensalzó a sus “87 héroes”, casi, casi, porque “defendieron a mi nación”. Ah, sí, también dijo que la nación se agranda si se achica el Estado. ¿Quién había dicho eso también?