La Policía de la Ciudad detiene a una banda que realizaba estafas virtuales

La Policía de la Ciudad, junto con personal de la Policía de la Provincia de Chaco, detuvo a dos personas acusadas de robar casi 70 millones de pesos bajo la modalidad de ciberdelito denominada como “pishing”.

Las detenciones fueron concretadas por efectivos de la Policía de la Ciudad en dos domicilios ubicados en Baldomero Fernández Moreno al 1200, en Parque Chacabuco, y Junín al 100, en Balvanera.

La investigación comenzó el pasado 10 de junio cuando la computadora de una empleada de una empresa agrícola de la provincia del Chaco fue hackeada tras ingresar al home banking. Según la denuncia, la mujer ingresó al sitio y observó que la pantalla de la computadora se puso de color negro y luego se detectaron transferencias no autorizadas a terceros por casi 70 millones de pesos.

La Policía de la Provincia de Chaco determinó que las transferencias tuvieron como destino la Ciudad de Buenos Aires y que los imputados ya habían retirado el dinero e incluso, habían realizado compras. Es por eso que se solicitó la colaboración de la Policía de la Ciudad para localizar a los receptores de las transferencias. Fue en esa solicitud que comenzaron a producirse algunos allanamientos.

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Así fue como se produjo la detención de dos implicados y la notificación de presentación a indagatoria de una mujer imputada en la causa que no fue detenida por tener un hijo recién nacido. Todos fueron acusados de formar parte de la asociación ilícita y se logró recuperar parte del dinero el cual era utilizado para cambiar divisas y adquirir bienes muebles y dispositivos electrónicos.

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En total fueron incautados 1.953 dólares, 1.470 euros, 8.000 pesos chilenos, 20 pesos uruguayos, 60.000 pesos argentinos cuyo valor total fue de 4.000.000 de pesos al cambio oficial, además de nueve celulares, dos notebooks, una impresora, ocho tarjetas, dos televisores, dos parlantes y una consola de videojuegos, entre otros.

El pishing consiste en utilizar correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas telefónicas o sitios web apócrifos para engañar a las personas y hacer que compartan datos confidenciales.

En la causa intervino la jueza Alejandra Alliaud.