En pleno Barrancas de Belgrano, sobre Virrey Vértiz, llegando a La Pampa, hay una Estatua de la Libertad porteña escondida entre los árboles. La misma fue inaugurada el 3 de octubre de 1886, días antes que la de Nueva York, en Estados Unidos.
Ambas fueron construidas por el francés Frédéric Auguste Bartholdi (1834-1904), escultor de la Escuela francesa. Según el Archivo General de la Nación, la ubicada en Belgrano fue comprada por la entonces Municipalidad de Buenos Aires.
A diferencia de la norteamericana que es de 93 metros, esta mide 3. Es de hierro fundido y, en un principio, fue pintada de color bronce. Con los años, el impacto del sol oxidó la pintura. Por lo tanto, quedó verde. Como señalamos, la estatua no se ve a simple vista, parece que estuviera escondida entre los árboles. Hay que acercarse hasta casi diez metros para poder distinguirla.
La obra representa a una mujer en marcha, con la mano derecha alzada portando una antorcha la cual simboliza “La luz de la libertad por el mundo”. Su brazo izquierdo se posa el texto con la declaración de la Independencia. A sus pies, una cadena rota representa la “ruptura con los lazos de la tiranía”.
Otra versión indica que habría sido inaugurada incluso 11 años antes, pero nunca se hizo oficial. En 1986 fue vandalizada al igual que el altar donde está posada.