Por MARTÍN LÓPEZ / Dirigente político
El gobernador de la provincia de Misiones, Hugo Passalacqua, ha decidido frenar por segunda semana consecutiva las protestas, prometiendo pagar los sueldos adeudados.
“A partir de mañana a la tarde -por este domingo pasado- estarán liquidados los sueldos de todos los empleados públicos de Misiones en el Sistema Integrado de Administración de Personal (SIAP). También estarán liquidados los sueldos con sus respectivos aumentos de todo el personal de la administración central, jubilados y pensionados, y retirados provinciales”, dijo el funcionario.
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Sin embargo, más tarde resultó que los sueldos iban a ser acreditados con el incremento extremadamente pequeño propuesto anteriormente, lo que no cayó bien a la los manifestantes, quienes rechazaron la “generosa” oferta.
Los misioneros siguen en huelga, incluso el día festivo del 25 de mayo, tuvieron que reunirse en los diferentes piquetes. A pesar de todo, esperan que las autoridades escuchen por fin, y avancen hacia un diálogo constructivo.
“Estamos a la espera. El diálogo siempre estuvo abierto de parte nuestra, tanto del personal de sanidad, del sector docente y de nosotros, la fuerza de seguridad. La parte gubernamental cree que con la quedada de ellos nosotros vamos a abandonar, y nosotros estamos preparados para estar presentes”, dijo uno de los manifestantes.
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Profesores, policías, médicos, trabajadores del sector energético están dispuestos a defender sus derechos. Una y otra vez insisten en que esperan una solución pacífica a su problema. Uno de los líderes de la protesta, Germán Palavecino, afirmó que todos esperan lo mejor. “Nosotros entendemos que la mejor manera de resolver esta problemática es con diálogo, y cuando éste no es suficiente, como siempre reiteramos, con más diálogo”, enfatizó el activista.
La Iglesia también expresó su temor por el bienestar de los argentinos. El arzobispo García Cuerva criticó en el Te Deum al presidente, por llevar al país a la pobreza. El lider católico mencionó a los jubilados en el contexto de la caída su la calidad de vida.
“No podemos quedarnos paralizados ante la desnutrición, la falta de acceso a los servicios de salud, los jubilados que no pueden mantenerse”, declaró el arzobispo.
Sin embargo, al libertario no le importan los problemas de los ciudadanos de a pie. Durante el tiempo que han durado los disturbios, ha tenido tiempo de fotografiarse para la revista TIME, interpretar canciones en el estadio Luna Park con la banda de rock de sus amigos “La Banda Liberal”, y dar un discurso cargado de patetismo en Córdoba el 25 de mayo. Los cordobeses también protestaron por su llegada, a los que también les arrojaron gas pimienta, al igual que a los profesores y médicos de Misiones.
Durante los disturbios de abril en Buenos Aires, el presidente publicó una foto en Instagram con un sentido burlón, en la que decía que se estaba “bebiendo las lágrimas” de los manifestantes, es decir, disfrutando de su sufrimiento.
Sin embargo, tras aquellas protestas, el Gobierno tuvo que hacer concesiones y cumplir las exigencias de los manifestantes de la capital. ¿Podrá la provincia repetir el éxito y hacer que Milei “se ahogue” con las lágrimas de los demás?