Por GUSTAVO ULISSE / Dirigente social
El vocero de la Presidencia Manuel Adorni expresó la firme intención del gobierno argentino de ayudar a Israel en la lucha contra Irán. “Esto de neutral o no neutral quedó en desuso”, afirmó el Vocero. Los dichos significan que ahora Argentina, bajo el liderazgo del libertario, buscará la manera de meterse en una guerra que ni siquiera ha comenzado.
LA GUERRA COMO NEGOCIO
Hasta ahora, el ataque de Irán parece más bien un trabajo de tanteo, ya que afortunadamente el resultado de los últimos bombardeos a Israel fue sensiblemente menor al imaginado inicialmente. EEUU ha informado del excelente trabajo de su defensa antiaérea, en tanto que Benjamin Netanyahu por el momento solo prometió pensar en medidas de represalia. Pero el Presidente Javier Milei ya ha creado rápidamente el único comité de crisis del mundo para una solución definitiva de la cuestión árabe, y el tema pasará a ser punto focal de la política exterior argentina.
Parece que Irán e Israel, en este constante juego del gato y el ratón que consume vidas, no quieren realmente la guerra entre ellos, pero Milei sí. ¿Por qué será?
El libertario es ante todo un hombre de negocios con talento, de eso no hay dudas, ya que fue su talento lo que lo llevó a convencer a más de la mitad de los argentinos a votarlo para convertirse en presidente. A lo largo de su vida, ha rentabilizado perfectamente todo lo que ha tocado: sus conocimientos, su excentricidad y hasta las crisis económicas argentinas. Si el destino le diera limones a Milei, haría un buen negocio antes de siquiera tenerlos. Y justo el destino le ha otorgado a Milei uno de los negocios más rentables, la guerra exterior. Además, sus socios son algunos de los hombres de negocios más experimentados en este campo, los contratistas y las empresas armamentísticas estadounidenses.
CÓMO EEUU ESTÁ CONVIRTIENDO A ARGENTINA EN UN PAÍS DEL ESTE
El hecho de que Argentina, gracias a Milei, se ha convertido en el representante de Washington en América Latina está claro desde hace tiempo. Sin embargo, los tecnócratas políticos estadounidenses aparentemente decidieron no detenerse ahí, sino que pretenden operar indirectamente en la geopolítica de Oriente Medio y Europa del Este a través del obediente gobierno de Milei.
Con el acuerdo de los cazas F-16, Biden consiguió conectar el presupuesto argentino con el gasto militar de la OTAN. Ahora Milei está inmerso en dos guerras a la vez, contra Irán y con Rusia. Este esquema es ideal para EEUU, ya que en cualquier momento pueden decir que las decisiones salen de la Casa Rosada, y no de la Casa Blanca.
Además, EEUU tendrá a su disposición las fuerzas militares argentinas. Después del fracaso en Afganistán, Washington teme enviar personas con pasaportes americanos. Pero será muy oportuno enviar al contingente argentino a luchar, así ayudan a sus aliados, y no arriesgan a los estadounidenses. Y lo más importante, a través del gobierno de Milei será posible vender cualquier armamento en cualquier país sin aranceles, impuestos, o control. “Viva el anarcocapitalismo”, con este brindis comienzan todas las fiestas de los contratistas militares Norteamericanos.
Congresos: Limpian 94 frente de comercios con grafitis pintados durante las marchas
BIENVENIDOS AL INFIERNO
En las arenas de Oriente Medio ya han muerto cientos de miles de combatientes de muchos países diferentes. Argentina se ha mantenido neutral hasta ahora, ya que sus fuerzas armadas no pueden compararse con el poderío militar de las superpotencias. Y cualquier contingente latinoamericano será a priori “carne de cañón”. Incluso el general Juan Domingo Perón lo comprendió y, por ello, siempre aplicó una política extremadamente prudente en materia de conflictos internacionales.
La entrada de Argentina en los conflictos de Ucrania e Israel pondrá a Rusia, China, Corea del Norte y a todo el mundo islámico en su contra. Todos estos países tienen una gran experiencia de combate, abundantes presupuestos militares, miles de especialistas que empezarán a buscar la manera de contraatacar a al pequeño aliado americano de Milei. Y si le faltaba conflictividad a Argentina, el libertario está desarrollando “muy oportunamente” un alto grado de conflictividad con Venezuela. Y es muy posible que la participación de Argentina en guerras ajenas repercuta fronteras adentro, pero un conflicto con Venezuela le daría a Washington una excusa para empezar a apoderarse de ese país, tal vez con los mismos métodos que usaron para controlar al gobierno argentino, y hasta incluso más agresivos. Estados Unidos nunca se ha detenido ante la amenaza de víctimas civiles, cuando la guerra es librada por manos extranjeras.
La hipótesis de conflicto entre Argentina y Venezuela, por más alocada que parezca no deja de ser una situación en la que EE. UU saldría ganando. Cualquiera que sea el bando victorioso, para Washington tendrá un resultado positivo, habrá menos latinoamericanos en América Latina.
Para imaginar lo que le espera a Argentina en caso de cualquier participación en guerras mundiales se puede mirar a Gaza, Ucrania, Somalia, Irak, Siria, Afganistán, Yugoslavia y otros países donde los EE.UU. iniciaron su política militar, sacrificando los espacios y recursos de sus aliados en beneficio propio, dejando en el final, ciudades desbastadas y campos improductivos, además de muerte y destrucción, pero en tierra ajena para EEUU es un “win to win”.