La Antigua Tasca de Cuchilleros, una de las pocas viviendas coloniales que siguen en pie en Buenos Aires, es, posiblemente, la casa más antigua de la Ciudad de Buenos Aires.
Su estética y los materiales usados en su construcción atestiguan su antigüedad. El cuarto delantero de la antigua casa es el que más transporta a sus visitantes al año 1730, cuando fue construida la casa. Delata su edad las paredes hechas de ladrillos cocidos, unidos los unos a los otros con barro y paja, y sus dinteles rectos de madera. Además, se perciben en ella tirantes de quebracho y palmera, los cuales sostienen los techos de ladrillos que cubren el interior del hogar.
La fachada se mantiene blanqueada con cal, de acuerdo con la costumbre colonial. En la ventana principal se encuentra un arco escarzano con rejas simples. El techo está construido con tejas a dos aguas, y la puerta de acceso conduce a un patio trasero.
¿En qué lugar se construyó? La casa más antigua de la Ciudad se construyó en Carlos Calvo 319, en el barrio de San Telmo. Actualmente sigue ahí, aunque reviste un nuevo look: es un restaurante.
En el siglo XIX la casa alojó a la familia Oliden, cuya cabeza era un sargento de la Mazorca de Juan Manuel de Rosas. Su hija, Margarita Oliden, había sido prometida al jefe de la Mazorca, Ciriaco Cuitiño, bajo órdenes de su papá. Pero Margarita era un alma rebelde y tenía otros planes: estaba enamorada de Juan de la Cruz Cuello, un payador que nada tenía que ver con la familia.
Para evitar complicaciones, el papá de Margarita la encerró en una habitación de la casa hasta que se celebrara el matrimonio. En simultáneo, envió un equipo a arrestar a Cuello. Pero Margarita, reacia ante las inculcaciones de su progenitor, se escapó por un pozo y avanzó por un túnel utilizado, supuestamente, para contrabandear.
La salida del túnel era en la parroquia de San Pedro Telmo. Dos versiones de los hechos aparecen en el momento que Margarita sale a la calle. La primera versión relata Margarita fue capturada por su padre y fusilada por él mismo. La segunda posible variante sugiere que Margarita llegó a fugarse con su amante, pero Cuitiño los encontró, lo que resultó en una disputa armada, un tiro mal direccionado y, finalmente, la trágica muerte de Margarita.
Según la leyenda, después del fallecimiento de la adolescente, los rosales del jardín dejaron de florecer y el sargento Oliden nunca más volvió a abrir las ventanas.