Los despidos no discriminan

Por JOSÉ FERNÁNDEZ / Empresario

El gobierno del presidente Javier Gerardo Milei continúa desarticulando la estructura asistencial del Estado, ya que tras la discontinuación de asistencia a comedores comunitarios y el otorgamiento de medicamentos de primerísima necesidad, se dio a conocer la noticia de más de 150 despidos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).

Desde que asumió el 10 de diciembre, el gobierno de La Libertad Avanza lleva adelante un plan sistemático de recortes en todas las áreas del Estado. Lo que para el presidente Milei y el ministro de Economía Luis Caputo parecieran ser solo números en una tabla de Excel, para el resto de los ciudadanos su realidad es más clara, el aumento paulatino de gente echada a la calle. Pese a los durísimos números que dio a conocer la Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica Argentina), con un 57,4% de los argentinos pobres el plan motosierra pareciera estar desenfrenado. Después de anunciar que el Instituto Nacional Contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo (INADI) pasará a estar a cargo del Ministerio de Justicia que comanda el abogado penalista Mariano Cúneo Libarona, previo despido de parte del personal contratado, en una continuidad de los despidos en ANDIS.

¿Milei está perdiendo terreno?

Vale recordar que, en medio del conflicto con el joven gobernador de Chubut, el presidente Milei destacó una publicación donde el rostro de Ignacio Torres era modificado haciéndolo parecer una persona con síndrome de Down. Esta falta de respeto llevo a que la vicepresidenta del Consejo Asesor de la Asociación Síndrome de Down de Argentina (ASDRA) Dominique Kantor publique un video pidiéndole a Javier Milei que tenga la gentileza de pedir las disculpas públicas del caso para con todo el colectivo, que se sintió claramente afectado por la publicación. A propósito de lo ocurrido en ANDIS, una de las despedidas, Guadalupe Bargiela de 22 años, ciega de nacimiento, afirmó en una entrevista “En nuestro organismo hay un vaciamiento de cuajo. No nos sorprende del neoliberalismo fascista del presidente Javier Milei”. La joven que estudia Derecho en la Universidad de La Matanza remarcó “A mí no me importa mi camino personal, ni la meritocracia, sino el camino colectivo. Yo soy una privilegiada que tiene autonomía. Hay un montón de compañeros que están en sus casas, que no tienen laburo, no tienen una computadora, no tienen braille. Yo tengo una obligación moral de estar acá y defender a todo un colectivo”. Sintiéndose directamente afectad, señaló “Javier Milei quiere volver al modelo médico que nos quería inutilizados, como personas a matar y no a curar”.

A la dura realidad de los despidos en la ANDIS, se suma la de cientos de despedidos en diversas dependencias del Estado. Entre ellos se destacan más de 200 despedidos en AYSA, 50 en el ENACOM, 140 en la Administración General de Puertos y se desconoce qué pasará con los más de 700 empleados de Télam que esta semana fueron licenciados tras el anuncio del cierre de la agencia estatal de noticias.

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En este marco es dable esperar que estás cifras crezcan exponencialmente, ya que hay casi 7000 agentes de la administración pública nacional cuyos contratos transitorios fueron prorrogados hasta el 31 de marzo. En un Poder Ejecutivo prácticamente paralizado por la congelación y/o supresión de partidas presupuestarias, achicamiento de estructura estatal y cierre de cientos de programas, en casi todas las dependencias del Estado los trabajadores se quejan de que sus tareas fueron discontinuadas y no se le asignan nuevas funciones. Esto, sumado a negociaciones paritarias muy por debajo del índice inflacionario de los primeros meses del mandato de Javier Milei, parece contribuir a un panorama desolador para los empleados de la administración pública nacional que se conjuga con una fuerte caída en la actividad económica en casi todos los sectores productivos.

Cada vez son más los casos que se dan a conocer de personas que la pasan mal, que se llenan de angustia y no saben cómo llegar a fin de mes, porque si bien el presidente discrimina por redes, los ajustes de su gobierno no lo hacen y cada vez afectan a más personas.