Por CARLOS RUCKAUF / Ex Vicepresidente de la Nación
Nos acercamos al momento en que un nuevo Presidente conduzca nuestra Patria y decida sobre nuestros destinos.
Una nueva guerra comienza, sacudirá al planeta y volverá a modificar la realidad de todos los países que importamos energía.
En el campo oficialista, el kirchnerismo comienza su ocaso y nace el massismo. JxC se ha dividido en dos proyectos distintos: uno liberal y otro socialdemócrata.
La mayoría del PRO sigue a su fundador Mauricio Macri y a su candidata presidencial Patricia Bullrich, ellos ven en su alianza con Javier Milei la posibilidad de construir un gobierno que supere las actuales carencias.
La dirigencia de la UCR se ha volcado a una actitud abstencionista que en el caso de la cúpula formal, dirigida por Gerardo Morales y María Luisa Storani, es más cercana a una transversalidad peronista- radical como aquella frustrada con Néstor Kirchner. ”Cristina, Cobos y vos” fue la fórmula de la campaña compartida.
Ese acuerdo de conveniencia estalló con la rebelión del sector agropecuario ante la tristemente célebre Resolución 125.
El Peronismo Republicano está más cerca de Macri y la Coalición Cívica, visceralmente en contra del candidato libertario.
No sabemos quién ganará el 19 de noviembre pero sí que se encontrará con una economía local difícil de enderezar, una urgencia colectiva para poder vivir con normalidad y esperanza y un panorama internacional muy complicado.
La actual Guerra Fría tiene pocos puntos en común con la del siglo XX. Pero la pelea por petróleo, agua y alimentos continúa.
La disputa religiosa se equipara a la ideológica y se ha agudizado el drama de las migraciones forzadas.
Mientras la masacre de la invasión rusa a Ucrania continúa con toda intensidad. El salvaje ataque de Hamas a objetivos civiles en Israel con niños asesinados, mujeres violadas y otras atrocidades, han llevado, lamentablemente, a una contraofensiva que abarca (por ahora) Palestina,Siria y Líbano y que dejara decenas de miles de víctimas inocentes, entre ellas mujeres y niños.
Baste recordar que la guerra en Siria dejó (según la ONU) 306.887 muertos civiles y la invasión rusa a Ucrania ya lleva 70.000. Más de cuatro millones de sirios y 5 millones de ucranianos debieron huir de sus respectivos colapsos humanitarios.
Irán, la principal potencia chiita en la región, no podía tolerar una alianza de sus dos principales y potentes enemigos: Arabia Saudita (sunita) e Israel.
China y Rusia veían con recelo que el citado acuerdo se hiciera bajo el paraguas de USA.
Argentina se vio sorprendida por las consecuencias de la invasión a Ucrania. La administración kirchnerista de la mano del presidente Alberto Fernández le ofreció a Putin ser la “puerta de entrada de Rusia a América Latina” días antes de que las tropas de Moscú empezaran la agresión.
No se tomó medida alguna ante el previsible incremento del precio del gas y los alimentos.
Ahora es Cercano Oriente el que está en medio de un incendio que puede ser catastrófico y que va a impactar en el precio de los commodities.
Leonardo Cifelli, secretario de Cultura de Milei, dio detalles de su plan de gobierno
El previsible aumento del petróleo y sus derivados ya ha comenzado a golpear en el abastecimiento global de los países importadores.
Argentina acaba de decidir dedicar nuestras pocas divisas a importar 10 barcos de combustible. Una medida atinada, pero que puede resultar insuficiente.
El gobierno que está terminando no sólo ha equivocado su política económica sino que siempre llegó tardíamente a interpretar las consecuencias de lo que ocurre en el mundo.
Incapaces de anticiparse, terminan corriendo atrás de los acontecimientos y usando las catástrofes como excusa de los desatinos cometidos.
Por eso abre la importación de combustible cuando este escasea, las fábricas no pueden importar insumos y paran la producción, no hay suministros esenciales en el sistema de salud, faltan medicamentos claves para enfermedades muy graves (cáncer, ACV, infartos) y la hiperinflación sigue destrozando la vida de millones de compatriotas.
Esperemos que el próximo gobierno produzca los cambios esenciales para que los argentinos podamos vivir mejor.