Por MALENA GALMARINI / Presidenta de AySA
Históricamente, las mujeres hemos estado a cargo de lo esencial, de la vida misma. En este nuevo Día Internacional de la Mujer, podemos decir que el desafío no ha cambiado, sino que tan sólo se ha multiplicado: las mujeres fuimos, somos y seremos las garantes de lo esencial, ante realidades cada vez más complejas.
La pregunta es, entonces: ¿cómo abordamos lo esencial en el siglo XXI? La respuesta: custodiando y garantizando los derechos que establecen las igualdades fundamentales entre los seres humanos, sin importar su género, ni su condición económica. Desde el lugar institucional que me toca ocupar al frente de Aysa, trabajo cotidianamente para garantizar esas igualdades fundamentales mediante un enérgico plan de acceso al agua, entendiendo al recurso hídrico como el primer nivelador social y por ende, un peldaño esencial en el camino hacia la igualdad de derechos de las personas. El agua es esencial. El agua es vida. El agua es un derecho que debemos promover y garantizar.
Como la primera mujer al frente de Aysa, diseñé junto a un equipo profesional las estrategias en las que trabaja AySA para afianzar tanto la garantía en el acceso del agua a toda la población como la política de género y diversidad de la compañía.
Tenemos 1500 obras en marcha, a través de las que se ha llegado a zonas en las que antes no existía este servicio esencial. Hemos duplicado la cantidad de beneficiarios en cuanto al agua, y triplicado las conexiones a cloaca en los barrios populares. Aysa brinda el servicio de agua potable y desagües cloacales de la Ciudad de Buenos Aires y otros 26 partidos de la provincia, donde las condiciones de vida son desiguales por definición. El desafío, los sabemos, es grande, ya que AySA cuenta con una población en el área de concesión de 14 millones de habitantes, lo que la convierte en una de las mayores prestadoras del mundo.
La igualdad de trato y oportunidades sin discriminación por motivos de género fue uno de los compromisos asumidos a lo largo de estos trabajos integradores, lo que nos llevó a impulsar medidas concretas para conseguir la igualdad real en el seno de la organización.
En esta línea, se creó en 2020 el Área de Política de Género, con el propósito de implementar este enfoque de manera transversal y en todas las áreas de la compañía, mediante la promoción de cambios estructurales en la organización y en las personas que la conforman, para que el cambio empiece por casa y luego derrame socialmente.
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Lanzamos un programa contra las violencias por motivos de género y desde 2020 contamos con dos protocolos para intervenciones en situaciones de violencia laboral y doméstica por motivos de género. Además, para acompañar los protocolos, se conformó un Equipo Interdisciplinario Especializado para la intervención en las mismas. Asimismo en 2023 estamos realizando los Talleres sobre protocolos para difundirlos a todas las personas trabajadoras de la empresa.
Presentamos un plan integral de capacitación en género. Para desarrollar las diferentes actividades de sensibilización al personal de la empresa, se diseñó conjuntamente con el SGBATOS, un Plan Integral de Capacitación en Género, con el objetivo de incentivar el proceso de deconstrucción/ reconstrucción institucional, donde se entiende a cada persona que trabaja en la empresa como potencial agente replicador de un cambio cultural. En este sentido, realizamos una capacitación sobre la Ley Micaela (27.499) a más de 6700 trabajadores y capacitaciones y talleres en protocolos de violencia doméstica y laboral, grooming y trata de personas, perspectiva de género y diversidad, masculinidades y cuerpos no hegemónicos de los que participaron más de 5500 personas.
El empleo de la palabra es esencial. Por ello, elaboramos una guía de uso no sexista de la lengua, que brinda la posibilidad de reflexionar sobre un uso del lenguaje que incluya a todas las personas, y a su vez, brinde herramientas de comunicación concreta para su aplicación en todas las comunicaciones internas y externas que la empresa realiza. En los 29 talleres realizados hasta hoy participaron más de 1100 personas.
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Y al momento de trabajar en el territorio, lo hacemos con perspectiva de género. Por ello, nuestras Compras y Contrataciones están planteadas en esos términos: encontramos en nuestra cadena de valor una oportunidad de alianza para promover acciones para impulsar una red de articulación colectiva que permita trabajar en conjunto nuevos desafíos. En este sentido, las empresas proveedoras de AySA deben realizar una sensibilización obligatoria en Perspectiva de Género que denominamos “Sello Violeta”. Al día de hoy, más de 800 empresas proveedoras se han certificado con nuestro identificador, con más de 70 formaciones técnicas y 120 talleres realizados.
En términos de carrera, introdujimos un plan hacia la paridad en cargos y funciones. Destacando la idea que la igualdad de oportunidades es nuestro objetivo, este plan busca impulsar una organización paritaria y diversa, donde los roles laborales no repliquen estereotipos de género. Asimismo el plan contempla promover capacitaciones técnicas con perspectiva de género que promueva la formación de todas las personas libres de estereotipos y sesgos sexistas. Sólo a modo de muestra, en el segundo semestre de 2022 incorporamos 22 mujeres en puestos operativos que antes eran exclusivamente masculinos.
Lazamos adicionalmente un plan de licencias hacia la corresponsabilidad y conciliación de la vida laboral y familiar. El plan contempla licencias familiares extendidas para los cuidadores, con el fin de conciliar el trabajo con la llegada de un nuevo integrante al hogar. Los números hablan por sí mismos: en el segundo semestre de 2022, de las 118 licencias por nacimiento otorgadas, 84 fueron para varones y 34 para mujeres.
Buscamos alianzas para potenciar la agenda de género. En ese sentido, impulsamos y lideramos en conjunto con ALOAS los foros de participación de esta temática entre las empresas de América latina y el Caribe. Participamos del Congreso Nacional del Agua con un taller sobre perspectivas de género en la industria, profundizamos nuestra alianza con UNICEF y su programa “Empresas que cuidan”, y llevamos la agenda de género como representantes en el Woman Economic Forum.
Sabemos que el desafío que tenemos por delante sigue siendo grande. Pero las mujeres estamos preparadas para seguir custodiando lo esencial. Para cuidar y ampliar los derechos que garantizan las igualdades fundamentales entre las personas.