En el marco de allanamientos en el Barrio 20 de Villa Lugano, la Policía de la Ciudad incautó droga de distinto tipo, descubrió un criadero con 45 gallos de riña y rescató un caballo y distintos animales de granja en estado de abandono. En el lugar, los oficiales también secuestraron un ring donde se hacían las riñas.
La Policía de la Ciudad fue el encargado de las averiguaciones en torno a un supuesto caso de narcomenudeo en la Manzana 18 de ese barrio. El material fue aportado por la fiscal Cecilia Martín y el procedimientro estuvo a cargo del juez Alejandro Villanueva.
Allí fue la policía porteña. En uno de los lugares, en Barros Pazos y Araujo, dio con el hombre investigado, de 37 años.
Al requisar la casa, los efectivos hallaron seis envoltorios con clorhidrato de cocaína, 269 envoltorios de pasta, una bocha de pasta base para fraccionar dos panes prensados de marihuana que sumados daban 1.470 gramos, más otros 84 envoltorios que hacían otros 280 gramos.
A su vez los oficiales decomisaron 19 teléfonos celulares, 10.240 pesos una balanza de precisión, una cortadora de fiambre y elementos para el fraccionamiento.
Tras el hallazgo, el Magistrado dispuso la detención del imputado y la incautación de la droga y el resto de los elementos.
Paralelamente, el otro domicilio allanado fue en la Manzana 20, que estaba sin moradores, pero en la requisa, los oficiales descubrieron, además de droga, gran cantidad de animales.
Entre panes prensados, trozos compactos y bolsas con picadura, todo de marihuana, los efectivos decomisaron 3.095 gramos en este lugar. También secuestraron trece cartuchos y una balanza electrónica.
En la recorrida, los oficiales se encontraron con gallos de riña, 45 en total, y un ring metálico donde se hacían las peleas. En la sinuosidad de la edificación también hallaron un caballo encerrado, un conejo, un pato y tres pollitos, algunos en estado de abandono.
Ante ello, el personal policial a cargo realizó la consulta a la Unidad de Flagrancia Sur, que ordenó el rescate de todos los animales, pero antes de sacarlos del lugar fuera convocado un veterinario para corroborar el estado de cada uno de ellos, y darle intervención a la Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA) y la Agencia de Protección Ambiental (APRA).
En curso a la orden judicial, se labró un acta por maltrato a los animales, los que fueron derivados a ONGs para su cuidado.
La fiscalía también ordenó el secuestro del ring destinado a las riñas.
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