Es un preparado de origen húngaro a base de carne y cebolla.
La cebolla se deshace y junto con la páprika (o pimentón) forman una salsa que envuelve los trocitos de carne. Se acompaña con spaetzle, unos ñoquis sin amasado.
Un clásico argentino
Quedó estigmatizado como plato de los feriados patrios, pero es un preparado que se puede disfrutar varias veces a lo largo del invierno.
Aunque los azulejos de la cocina quedan salpicados de rallar choclo (es inevitable) eso es lo que le da la cremosidad a la receta.
Una parte rallada y otra cortada a cuchillo, para sentir los granitos en la boca. Se pueden envolver unas cucharadas de relleno en la chala, o simplemente, servir directo de la olla.
Tiene de todo: salsa, pasta, crema y queso gratinado.
La idea es llevar la fuente a la mesa y desde ahí servir a los comensales. No es un plato muy “instagrameable”, pero es muy rico.