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Fue el paseo más popular durante la primera mitad del siglo XX. En esa época, el río permitía a los porteños disfrutar de su balneario y de los restaurantes que había en sus cercanías.
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Este paseo ofrece desde restaurantes, muelles donde pescar, boliches bailables y hasta espacios verdes recreativos.
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Uno de los espacios verdes más lindos que tiene Buenos Aires. Ubicado dentro del Parque 3 de febrero, ocupa un predio de 3,4 hectáreas cuyas protagonistas son, indudablemente, las rosas.
Se trata de uno de los paseos al aire libre de visita obligada en la Ciudad, no sólo por la belleza de sus parques sino también por su polo gastronómico: Los Arcos del Rosedal.
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Funciona en el mismo predio donde estaba el viejo Zoológico de Buenos Aires.
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Uno de los paseos predilectos para oxigenar los pulmones y llenar la vista de verde en la Ciudad.
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Construido en 1967, en ocasión de la visita del emperador de Japón Akihito y su esposa Michiko a nuestra ciudad.
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Es otra de las construcciones que más impactan, no sólo por su arquitectura, que es de lo más original, sino por su entorno verde que invita a relajarte. ¡Un lugar para disfrutar en todas las estaciones del año!
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De más está decir que el barrio de Palermo cuenta, verdaderamente, con la mayor cantidad de espacios verdes de la ciudad de Buenos Aires.