La Ciudad tiene una larga tradición de heladerías. Algunas se destacan por su historia y otras por su apuesta moderna.
En 1957, la familia Olivetti trajo una receta familiar desde Italia. La misma los colocó entre las 10 mejores heladerías artesanales del mundo, según National Geographic.
Esta franquicia combina tecnología italiana con materias primas nacionales. Así logra sabores tanto clásicos como modernos.
Desde Bariloche pero con tradición italiana, Rapa Nui comenzó a trabajar en 1996 como una chocolatería.
Su producción artesanal mezclada con su histórica labor en chocolates, se puede disfrutar en ocho locales ubicados en los barrios de Caballito, Retiro, Recoleta, Palermo, Colegiales y Villa Devoto.
La clásica heladería de Belgrano lleva más de 40 años creando postres artesanales. Su local ha sido escenografía de varios video clips musicales.
La heladería de Maximiliano Maccarrone cuenta con nueve locales en la Ciudad. Sus sabores exquisitos fueron elogiados hasta por el Papa Francisco en 2014. Su gusto preferido fue el “Dulce de leche Podio”.
Originalmente sus dueños se dedicaban a la cocina. En 2012 decidieron pasarse al mundo de la heladería con su primer local.
Entrar a esta heladería es un viaje en el tiempo. Desde su estética hasta sus sabores, todo la coloca como un clásico de la ciudad.
Una propuesta moderna con especial énfasis y éxito en paletas artesanales, yogurt frozen y gustos actualizados como “Kinbueno” o “Chocotorta”.
Esta heladería tiene una terraza tan tentadora como sus sabores en las noches de calor de la Ciudad. En los últimos años, su "chocolate vegano" se volvió muy popular.