El actor Damián De Santo, quien además tiene un emprendimiento de alquiler de cabañas en la ciudad cordobesa de Villa Giardino, contó como sobrelleva su PyME. “Aprendí de mis abuelos que vivieron la guerra y siempre decían ‘menos mal que ahorramos para las malas'”, confesó en diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad.
“Mi familia me inculcó, y yo ahora a mis hijos, que la comida no se tira. Que la basura se separa y se cuida”, contó.
Sobre el rubro turístico señaló que “es muy difícil, pero le pasa a todo el mundo. Estamos en vilo a ver cuándo empieza a aflojar un poco, esperemos que sea lo menos costoso en términos de vidas”.
En cuanto al teatro reflexionó que “será el teatro, y el trabajo del actor en general, el último orejón del tarro en volver a la normalidad. Dependemos del contacto permanente. Tenía dos películas para hacer y más que postergadas, están suspendidas”.