El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó un proyecto para demoler una emblemática construcción ubicada en la calle Darwin 1251, conocida popularmente como el “castillo medieval” de Villa Crespo. La iniciativa forma parte del plan de reordenamiento urbano en la traza de la ex Autopista 3 (AU3), y fue publicada esta semana en el Boletín Oficial.

La edificación, que se destaca por su fachada visibles desde la avenida Juan B. Justo, se convirtió con el tiempo en un punto de referencia del barrio. Sin embargo, el Ejecutivo porteño argumenta que su deteriorado estado impide su preservación y que su demolición es clave para avanzar con la integración urbanística de la zona.

El edificio había quedado parcialmente oculto por la construcción del puente de la Reconquista, diseñado por el arquitecto Mario Roberto Álvarez. Tras el desmonte del paso a nivel, concluido en 2019, su silueta volvió a destacarse en el paisaje urbano entre Villa Crespo y Palermo.
Según la licitación pública, el proyecto de demolición se ejecutará en el Sector 4 de la traza, con un presupuesto asignado de 240 millones de pesos y un plazo estimado de tres meses.

La intervención se enmarca en el Programa de Recuperación de la ex AU3, que establece lineamientos para la demolición de estructuras en riesgo, la construcción de viviendas y el desarrollo de equipamiento urbano en áreas afectadas por antiguos proyectos viales inconclusos.
Durante décadas, la traza de la ex AU3 dejó a su paso propiedades expropiadas, terrenos baldíos y construcciones deterioradas. El actual proceso de reurbanización busca revertir esa fragmentación, promoviendo una mayor integración del tejido social y urbano.
Según fuentes oficiales, uno de los objetivos principales de la demolición es evitar riesgos de derrumbe o desprendimientos que puedan generar daños a terceros. Para eso, será necesaria la participación de equipos técnicos especializados, manejo seguro de residuos y una coordinación interinstitucional dentro del Gobierno porteño.
Aunque el edificio representaba un ícono visual para muchos vecinos por su estética medieval y particular diseño, las autoridades consideran que su remoción es indispensable para garantizar la seguridad y avanzar con la recuperación integral del área.