Entre bestias y humanos: ¿Quién observa a quién?

Por LUCÍA GASPARELLI / IG @lu_gaspa

“And Now You Care?” de Marco Evaristti: Arte, ética y los límites de la provocación.

El pasado 05 de marzo, el artista chileno-danés Marco Evaristti volvió a desatar una tormenta de controversia con su última instalación artística, “And Now You Care?”, presentada en el distrito frigorífico de Copenhague. Conocido por sus obras provocadoras, Evaristti buscó exponer las contradicciones éticas de la industria cárnica colocando a tres lechones vivos dentro de una jaula hecha con carritos de supermercado y privándolos deliberadamente de alimento durante la duración de la exposición. Su objetivo: obligar a la sociedad a enfrentarse al sufrimiento inherente a la ganadería industrial.

La intención artística y la ética del impacto

Evaristti es un artista que ha utilizado durante años tácticas de choque para provocar la reflexión moral. En “And Now You Care?”, dirigió su mirada a la industria porcina danesa, una de las mayores del mundo, donde se estima que mueren diariamente 25.000 lechones debido a la inanición, la manipulación genética y el hacinamiento. Al replicar estas condiciones en su instalación, el artista esperaba hacer tangible el sufrimiento de estos animales para el público.

Sin embargo, la decisión de someter a los lechones a la inanición provocó una reacción inmediata. Críticos, organizaciones de derechos animales y figuras políticas condenaron la obra por considerarla inmoral, argumentando que inflingir sufrimiento, incluso como denuncia, contradice la responsabilidad ética del artista. Gitte Buchave, directora de World Animal Protection Denmark, declaró: “Entendemos las intenciones de Marco Evaristti, pero no es aceptable protestar contra una forma de crueldad animal cometiendo otra”.

Lechones en fuga

A medida que la indignación aumentaba, la exposición tomó un giro inesperado. Durante el fin de semana posterior a la inauguración, los tres lechones—Lucía, Simón y Benjamín—fueron robados por activistas de derechos animales. Inicialmente, Evaristti denunció el robo a la policía, pero luego surgió una revelación inesperada: Casper Steffensen, el cineasta que documentaba la exhibición y colaborador cercano del artista, había permitido la entrada de los activistas al recinto.

Posteriormente, Steffensen confesó que la angustia de su hija pequeña al ver el sufrimiento de los chanchitos fue lo que lo impulsó a intervenir: “No pude decirle que no cuando me pidió: ‘Papá, por favor, asegúrate de que los cerditos no mueran”.

Los activistas, identificados como miembros del grupo De Galante Danske (Los Daneses Olvidados), se atribuyeron públicamente el rescate, intensificando aún más el debate público.

Indignación pública y repercusiones políticas

Tras el rescate de los lechones, Evaristti decidió cerrar la exposición, declarando que la obra había perdido su esencia: “Si le quitas el corazón a un cuerpo, no puede existir; solo queda el cuerpo sin alma. Mi exposición ya no tiene alma”.

A pesar de su enojo inicial, más tarde reconoció sentirse aliviado de que los animales pudieran vivir en paz. “Por lo menos tendrán una vida feliz”

La reacción negativa trascendió el mundo del arte. Pia Kjærsgaard, líder del Partido Popular Danés, arremetió contra Evaristti en Facebook, calificándolo de: “´Artista´ pervertido”.

Su publicación recibió más de 20.000 me gusta. Mientras tanto, grupos defensores de los animales continuaron exigiendo medidas legales, argumentando que la instalación violaba la Ley de Bienestar Animal de Dinamarca.

Historial de controversias de Evaristti

Este no es el primer escándalo en la carrera del artista. En el año 2000, exhibió peces de colores vivos dentro de licuadoras en un museo Danés, permitiendo a los visitantes decidir si encenderlas o no. Posteriormente, elaboró albóndigas con su propia grasa extraída mediante liposucción como comentario sobre el consumo y la identidad. Una de sus obras más polémicas, una maqueta dorada de Auschwitz que incluía los dientes de su abuela, desató un debate feroz sobre la representación del Holocausto en el arte.

Cada una de estas piezas, incluída “And Now You Care?”, plantea la misma pregunta fundamental: ¿es la provocación una herramienta efectiva para generar cambio social o sólo insensibiliza al público ante el sufrimiento?.

El futuro del activismo artístico de Evaristti

Tras la controversia, el artista ha propuesto enfoques alternativos para continuar su crítica a la industria cárnica, incluyendo la exhibición de cadáveres de lechones provenientes de mataderos o la subasta de lechones vivos a personas dispuestas a comprometerse con su cuidado ético. Queda por verse si estas nuevas propuestas generarán el mismo nivel de indignación.

Conclusión: la delgada línea entre el arte y la moralidad

Aunque los métodos de Evaristti pueden parecer extremos, no cabe duda de que su obra ha provocado un intenso debate sobre la ética de la ganadería industrial y la libertad artística.

Mientras las discusiones legales y morales continúan, el legado de “And Now You Care?” probablemente persista, influyendo en futuras conversaciones sobre los límites del arte, el activismo y la responsabilidad moral.

La obra obliga a la sociedad a enfrentarse a preguntas incómodas sobre el papel del arte en la denuncia de crisis morales. ¿Puede el arte utilizar el sufrimiento real para exponer injusticias sistémicas de manera ética? ¿Genera una verdadera reflexión o simplemente un espectáculo? Y más importante aún, ¿Dónde dibujamos el límite entre el arte como activismo y el arte como abuso?