En la Ciudad, el orden es la regla

Por JORGE MACRI / Jefe de Gobierno porteño

Si nuestra Ciudad es pujante es porque su gente va para adelante, porque su capital humano es su gran diferencial. Y una de las condiciones fundamentales para que ese capital progrese y se desarrolle es, sin duda, el orden que garantiza una convivencia pacífica y mejora la calidad de vida. Orden es más familias disfrutando en parques y plazas seguras, más gente moviéndose libremente en la calle, emprendedores y comerciantes con más clientes, menos horas perdidas en traslados, más tiempo para pasar en familia o con amigos.

La gestión del conflicto requiere decisión política. Nada se ordena por sí mismo; lejos de eso: omitir hacer algo, un “dejar hacer” y mirar para otro lado significa no estar a la altura del rol y la responsabilidad que tenemos quienes gobernamos. No elegimos gobernar así, ni tampoco mirar para otro lado. Por eso, en la Ciudad, nuestro compromiso fue enfrentar los problemas y terminar definitivamente con los piquetes; y lo hicimos.

Solo en 2023 padecimos más de 3.000 piquetes, un promedio de 8 por día. Habíamos naturalizado que alguien, amparado en el legítimo derecho a la protesta, pudiera imponer su agenda por encima de otra persona, por medio de la fuerza. El abuso de esta conocida práctica de los gerentes de la pobreza movilizaba gente y recursos, haciéndoles creer que eran dueños de la calle. Nuestra respuesta fue clara: el Gobierno está para garantizar el cumplimiento de la ley y de las normas que regulan la vida en comunidad.

El “cómo” es muy importante. El 27 de diciembre pasado, a solo 20 días de haber asumido nuestra gestión, la CGT pidió permiso para manifestarse en Plaza Lavalle. Miles de personas fueron a expresar su descontento con el DNU del presidente Milei, pero en el marco de los protocolos que nosotros definimos. Otra fue la historia el 10 de abril, cuando unos cinco mil manifestantes decidieron no acatar las normas a las que se habían comprometido y la Policía de la Ciudad, con el profesionalismo que la caracteriza, despejó la 9 de julio en poco más de media hora. Manifestarse: sí, cortar la calle, no. Así de simple.

El orden público y la seguridad van de la mano. No me conforma que, estadísticamente, la Ciudad es una de las capitales más seguras de América. Puedo tener el sistema de seguridad más eficiente del mundo, pero si a un delincuente lo detengo 28 veces y sigue caminando a la par de la gente honesta, algo anda mal. Dimos esa discusión y gracias al diálogo en la Legislatura, logramos aprobar la Ley de Reiterancia, que establece que una persona no requiere sentencia firme para esperar su condena detenida, si es encontrada culpable en primera instancia de dos delitos con jurisdicción en la Ciudad. Aun así, por más esfuerzo que hagamos, solos no podemos. Necesitamos que Reiterancia sea una Ley Nacional. Es hora de que la Justicia toda se ponga los pantalones largos y deje de lado la lógica garantista que abandona a los ciudadanos honestos a su suerte y, en cambio, hace de los victimarios, victimas.

El orden es un concepto transversal a todas las áreas de gobierno, y el espacio público es una de ellas. Parte de nuestra política integral de seguridad es la que implementamos en grandes espacios verdes de la Ciudad. Con el programa Parques Seguros, repotenciamos la iluminación en parques y plazas, incorporando patrullaje en cuatriciclos y la instalación de más de 120 Puntos Seguros; tótems con un botón de alerta que comunica directamente con el 911 ante cualquier emergencia, desde un robo, un accidente de tránsito o, incluso, casos de violencia de género. Todo queda grabado, filmado y sirve como prueba adicional para que la Justicia actúe.

En la Ciudad, el orden es la regla y no damos pasos hacia atrás, sino que sostenemos las decisiones. Dimos batallas que creíamos que eran imposibles. A un año de camino recorrido, resultados no faltan, pero sabemos que aún tenemos mucho por delante para que la Ciudad vuelva a brillar y para que los vecinos vivan cada vez mejor. Es un desafío al que no vamos a renunciar, dando las discusiones difíciles y pensando siempre en ese cambio transformador que queremos para que Buenos Aires siga siendo el faro de esa Argentina posible, porque estamos convencidos de que vivir con más libertad significa vivir en una Ciudad ordenada, limpia y segura.