Cómo se construyó el Congreso de la Nación

El Congreso de la Nación Argentina se inauguró en 1906. Fue emplazado en la manzana que reúne las Avenidas Rivadavia y Entre Ríos con las calles Combate de Los Pozos e Hipólito Yrigoyen.

La idea de construir el Congreso de la Nación ocurrió en 1889, cuando el Presidente Miguel Juárez Celman envió un proyecto de ley para crear un edificio que sea exclusivo para las tareas legislativas. Hasta entonces, el Congreso de la Nación no tuvo una sede definitiva. La elección del lugar implicaba delinear un eje cívico en torno a la Avenida de Mayo, en cuyos extremos se situarían la Casa de Gobierno y el Cabildo histórico, por un lado, y el Congreso Nacional, por el otro.

El edificio se construyó luego de un concurso internacional de proyectos realizado en 1895, que fue ganado por el arquitecto italiano Víctor Meano. La obra reconocía como fundamento a tres ideas centrales: el academicismo, el eclecticismo y el clasicismo. Quizás su mayor acierto fue la incorporación de una imponente cúpula de ochenta metros de altura.

Con la construcción del Palacio del Congreso surgió la idea de dotarlo de una plaza. Así, por iniciativa del senador Miguel Cané, en 1905 se estableció la creación de la Plaza del Congreso en terrenos expropiados.

El 12 de mayo de 1906, con la presencia del Presidente José Figueroa Alcorta, se inauguró el Palacio Legislativo entre armazones de hierro y otros elementos de construcción, en un recinto de sesiones todavía sin bancas. La obra no estaba terminada pero los legisladores acordaron sesionar allí. El Palacio quedó finalmente concluido en 1946, cuando se colocó el revestimiento de mármol del exterior del edificio que restaba completar.

El 28 de diciembre de 1993, se declaró al Palacio del Congreso como “Monumento Histórico y Artístico Nacional”. Entre sus consideraciones, el decreto establece que el edificio del Congreso constituye un referente de nuestra identidad cultural, por lo que se considera necesaria la preservación y presencia física de sus valores históricos y estéticos.

SU CÚPULA

Mide 80 metros de altura, puede verse desde la Avenida de Mayo. Su estructura reticulada de hierro se apoya en un basamento de cuatro pórticos y está revestida en cobre que, en contacto con la atmósfera, adquiere su color verde característico.

ESCULTURAS DE LOLA MORA

Los grupos escultóricos que se encuentran a ambos lados de la explanada de acceso son calcos de las originales, realizadas por la escultora argentina Lola Mora para la inauguración del Palacio Legislativo. El grupo escultórico de la izquierda, más cercano a la calle Hipólito Yrigoyen, representa a La Libertad, El Comercio y dos leones. El grupo escultórico de la derecha representa a La Paz, La Justicia y El Trabajo.

CUADRIGA

Por encima del pórtico de seis columnas corintias de la entrada ceremonial del Palacio se encuentra esta gran escultura de bronce de ocho metros de altura y veinte toneladas de peso, realizada por el escultor Víctor de Pol. La escultura representa a la República triunfante, en un carro tirado por cuatro caballos.

VICTORIAS ALADAS

En las cuatro esquinas del Palacio, sobre el techo, pueden verse las Victorias Aladas, esculturas también realizadas por Víctor de Pol. Cada esquina del frente del edificio cuenta con una Victoria Alada. En cada esquina de la fachada posterior del Palacio hay dos Victorias Aladas. En total, las Victorias Aladas son seis.