El Cementerio de la Recoleta es uno de los puntos turísticos destacados para cualquier vecino o quien visite la Ciudad. Y esto es así porque no es un simple cementerio, sino también un museo. “Sus bóvedas, esculturas y personalidades que allí descansan lo convierten en un lugar obligado para conocer. En el recorrido podés encontrar presidentes, deportistas, políticos, artistas y personalidades de la alta sociedad”, nos cuenta Juan Manuel Bensusan, miembro de la Junta Comunal 2, a SECCIÓN CIUDAD.
UN POCO DE SU HISTORIA
Según ItBuenosAires, los frailes de la orden de los recoletos descalzos llegaron a la zona en la que se ubica actualmente el Cementerio de la Recoleta a principios del siglo XVIII. Construyeron en el lugar un convento y una Iglesia, en 1732, que colocaron bajo la advocación de la Virgen del Pilar, actualmente la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. Cuando la orden fue disuelta en 1822, la huerta del convento se convirtió en el primer cementerio público de la Ciudad de Buenos Aires, conocido como Cementerio Norte.
Los responsables de su creación fueron el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires Martín Rodríguez, quien descansa en el Cementerio, y su ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia. Durante la década de 1870, como consecuencia de la epidemia de fiebre amarilla, muchos porteños de clase alta se mudaron al barrio de La Recoleta ubicado en el norte, alejado de la ciudad. Al convertirse en un barrio de clase alta, el Cementerio pasó a ser el elegido para las sepulturas de las familias de mayor prestigio y poder de Buenos Aires, ya que el valor de las bóvedas fue siempre realmente altísimo. “Según los diarios de la época, en 1946 se produjo una gran alegría entre los vecinos de Recoleta porque nuestro cementerio fue considerado Museo Histórico Nacional. Más de 90 bóvedas fueron declaradas, también, Monumento Histórico Nacional por los personajes ilustres que allí descansan, por el diseño arquitectónico y por sus magníficas esculturas”, nos detalla Juan Manuel Bensusan.
Juan Antonio Buschiazzo fue un arquitecto e ingeniero italiano que vinculó su nombre al embellecimiento de varios lugares de Buenos Aires, como director del Departamento de Obras Públicas de la Municipalidad. La siguientes son solo algunas de sus obras: el diseño de la Avenida de Mayo; la residencia de Torcuato de Alvear y de Chas; los hospitales Muñiz e Italiano (entre otros hospitales) y el Patronato de la Infancia. Se destacan entre sus obras, los dos cementerios de Recoleta y Chacarita.
PERSONALIDADES EN EL CEMENTERIO DE LA RECOLETA
Según el miembro de la Junta Comunal 2, “el Cementerio de la Recoleta no solo aloja los restos de personalidades, sino también se esconden muchas historias elocuentes. El lugar ofrece visitas guiadas que recomiendo hacerlas. Son gratuitas para argentinos y con un valor de 5.090 pesos para extranjeros. Allí se pueden conocer los rumores, las biografías, las anécdotas y la historia detrás de cada sepulcro”.
Algunas de las personalidades que descansan en el Cementerio de la Recoleta, para mencionar solo un pequeño número, son Vicente López y Planes, Manuel Dorrego, Juan Lavalle, Juan Manuel de Rosas, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Julio Argentino Roca, Nicolás Avellaneda, Marcelo Torcuato de Alvear, Luis y Roque Sáenz Peña, Raúl Alfonsín, Eva Duarte de Perón, María de los Remedios de Escalada, Mariquita Sánchez de Thompson, Felicitas Guerrero de Álzaga, Rufina Cambaceres (quien posee una de las historias más famosas del Cementerio, ya que se supone que sufría de catalepsia. Dentro de su tumba se escuchaban ruidos, y al abrir el ataúd, se encontraron rasguños en él), Martín Karadagián, Amalia Lacroze de Fortabat, entre otros.
Lo esencial para visitar de Buenos Aires si venís por primera vez
PARA VISITAR
El Cementerio se encuentra sobre Junín 1760. Abre de 7 a 17. Tiene cinco manzanas y media donde se alojan casi cinco mil sepulcros. Para consultas, contactate al 4803-1594.