Por EDUARDO MENEM / Ex Senador Nacional
Al cumplirse 40 años de la restauración democrática en nuestro país, corresponde hacer algunas reflexiones sobre su vigencia actual, por cuanto la grave situación que hoy vive el pueblo argentino en el orden económico, social, político, institucional y en materia de seguridad, da motivos para sostener que la democracia se encuentra en una profunda crisis, requiriendo el análisis de algunas de las múltiples causas que la provocaron, para evitar su repetición.
En primer término cabe señalar que el rotundo fracaso de la gestión económica del Gobierno nacional y de algunas provincias, ha producido una escandalosa pobreza del 40 % de la población, incluso superada en algunos lugares del país, agravada por una inflación galopante que superó el 100% en el último año, carcomiendo diariamente los ingresos de la gente más vulnerable.
La evidente incapacidad del Gobierno para resolver este problema, augura una situación cada vez más delicada. Los diarios cortes de calles, piquetes y acampes, en reclamo de aumentos en el monto de los planes sociales, o su ampliación a otros sectores de la población, violan el derecho constitucional de libre circulación, con el agravante de que son organizados por funcionarios o dirigentes afines al kirchnerismo que actúan como intermediarios en el pago de los planes sociales, reteniendo una parte de los fondos para realizar las movilizaciones.
La Policía de la Ciudad detuvo a los “Reyes del rulo financiero”
La contrarreforma que hizo el kirchnerismo al estatizar, por razones puramente ideológicas y de un modo improvisado a las empresas públicas que habían sido privatizadas en los ‘90, contribuyó a agravar la crisis económica.
Las consecuencias de estas estatizaciones están a la vista: en el año 2022 arrojaron un déficit de 6.481 millones de dólares (ver Clarín del 9/4/ 23, página 18) además de generar numerosos juicios por varios miles de millones de dólares contra el Estado argentino, por groseros errores cometidos en los procesos de estatización.
Por otra parte, la modificación de la ley orgánica del Banco Central, abrió las puertas para los préstamos al Gobierno y la emisión descontrolada de moneda, alimentando al proceso inflacionario que se pretendió disimular mediante la falsificación de los datos del INDEC, lo que a su vez originó juicios por millones de dólares por parte de los tenedores de bonos que se ajustan de acuerdo a esos índices.
“Muchos de los teléfonos robados se recuperan y se devuelven a los dueños”
Contribuye también a la crisis de la democracia, hasta llegar al borde de la anarquía, la violación por el gobierno del sistema republicano de división y equilibrio de los Poderes del Estado, que se configura por el persistente ataque del Poder Ejecutivo contra el Poder Judicial, que se manifiesta por:
a) la virulenta campaña mediática contra de los jueces que no se someten a los designios del Gobierno;
b) la falta de cobertura de las vacancias que superan el 30% de los cargos de jueces, mientras que al mismo tiempo se proyecta aumentar desmesuradamente el número de los mismos;
c) la omisión de cubrir el cargo de juez de la Corte Suprema que se encuentra vacante desde hace más de un año, mientras se proyecta aumentar irresponsablemente a 25 el número de integrantes,
d) la omisión en cubrir el cargo de Procurador General al negarse a tratar el Senado el acuerdo para designar al candidato propuesto por el Poder Ejecutivo. e) la manipulación en la integración del Consejo de la Magistratura y la escandalosa maniobra de simular la división del bloque de senadores oficialistas para obtener ilícitamente un cargo más en dicho organismo, lo que fue impedido gracias a la intervención de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El Presidente de la Nación, no obstante que su candidatura fue puesta “a dedo” por la Vicepresidenta, es frecuentemente descalificado por funcionarios afines a ella, que llegaron a tratarlo de mequetrefe, okupa y otros insultos que ni la más acérrima oposición se hubiera atrevido a proferir, dejándolo en una situación de extrema debilidad, al punto de reconocer que no se habla con algunos ministros puestos por la Vicepresidenta y al parecer no se anima a despedirlos por temor a sus virulentas reacciones.
También conspira contra la vigencia de la democracia el irregular funcionamiento del Congreso que, como ocurrió con el Senado, no sesionó durante 5 meses, mientras que las sesiones de Diputados suelen ser tumultuosas, todo lo cual afecta la calidad de la escasa producción legislativa. Además se ha omitido de dictar las leyes exigidas por la reforma constitucional de 1994 como así también la designación del Defensor del Pueblo que está vacante desde hace 14 años.
San Miguel del Monte, escapada ideal para salir de la rutina
Asimismo, perjudica a la democracia la manipulación de los sistemas electorales, llegando al extremo de mantener la ley de lemas en algunas provincias o de implantarla en otras, añadido al uso de listas colectoras y el desdoblamiento de las elecciones provinciales y nacionales, adelantando la fecha de los comicios según les convenga a los gobernadores, ocasionando que los ciudadanos tengan que concurrir varias veces a los lugares de votación para ejercer el derecho de elegir a sus gobernantes.
Finamente, si faltaba algún otro dato para confirmar la decadencia de la democracia en nuestro país, basta con remitirse a las recientes declaraciones del Ministro de Seguridad de la Nación afirmando, con un claro tono de amenaza e intimidación, que en caso de ganar la oposición las próximas elecciones, “las calles van a estar regadas de sangre y de muertos”, sin reparar que es eso lo que está ocurriendo actualmente.
Los próximos comicios constituyen una gran oportunidad para que los ciudadanos opten por los candidatos que consideren con mayor capacidad y condiciones personales para superar esta grave situación que daña a la democracia y al el futuro de los argentinos.