El patio de juegos del Parque Florentino Ameghino, ubicado en avenida Caseros al 2200 en el barrio de Parque Patricios, contaba con una superficie de 748 m² y se encontraba deteriorado. Sus juegos eran obsoletos y excluyentes, con un nivel de uso limitado que no respondía a la diversidad de los visitantes. La disposición recta del espacio tampoco lograba integrarse a la caminería curva del parque, lo que lo mantenía aislado de su dinámica central.

Desde el Gobierno porteño detallaron a SECCIÓN CIUDAD la reforma que realizaron en la cual modificaron el ingreso al patio para generar un recorrido que comenzaba en la zona de juegos y desembocaba en el corazón del parque. Eso favoreció la conexión y el uso integral del espacio. La propuesta adoptó la temática de los dinosaurios, con juegos que narran su nacimiento, desarrollo y extinción.

El nuevo equipamiento incluyó un arenero en forma de pisada destinado a la primera infancia, un pórtico de hamacas, juegos de escalada y un mangrullo principal con forma de gran T-Rex. También se incorporó un juego topográfico que representaba la caída de un asteroide y un sector de calma con referencias a las primeras civilizaciones, pensado para actividades tranquilas y de menor movilidad.
La intervención buscó garantizar accesibilidad e inclusión en cada sector, creando un espacio apto para quienes quieran difrutarlo. Además, se logró un impacto mayor al patio mismo: la obra vinculó su recorrido con el del parque en su conjunto, generando una circulación más dinámica, inmersiva y completa para los vecinos y vecinas.