El dirigente del PRO Jorge Enríquez cuestionó la decisión de algunos dirigentes del partido de confluir con La Libertad Avanza y sostuvo que se trata de “una absorción y no de una alianza”.

“Por supuesto que hay vida para el PRO. Lo que no estamos de acuerdo es con esta alianza, que tampoco es una alianza sino una claudicación”, expresó.
En ese sentido, apuntó que la decisión de quienes avalaron la convergencia con el oficialismo libertario respondió a “razones de tipo personal” y no a un verdadero proyecto político. “El PRO no es lo mismo que La Libertad Avanza”, remarcó.
Enríquez reconoció coincidencias en materia económica, pero aclaró que lo que separa a ambas fuerzas es un “abismo en cuanto a los valores republicanos”. “Las formas de Milei, los constantes insultos, la exaltación de su persona y la de su hermana no son anécdotas. Son la manifestación de una clara vocación autoritaria que se va a profundizar cada vez más”, advirtió.
Enríquez criticó también a quienes defienden la desregulación total del Estado. “No podemos estar con gente como Federico Sturzenegger, que justifica el fentanilo contaminado diciendo que es cuestión de que el médico recete lo adecuado. La desregulación no puede ser excusa para la ausencia de controles que terminan costando vidas”, sostuvo.
Sobre la Ciudad de Buenos Aires, fue aún más categórico: “Me resultó inimaginable una alianza allí, no solo por las razones políticas, sino por el maltrato permanente que Milei le dispensó a Jorge Macri. ¿Cómo podemos unirnos con quien ni siquiera acepta saludar a nuestro Jefe de Gobierno?”.
Finalmente, dejó un mensaje de advertencia hacia adentro del PRO: “En la democracia se ganan y se pierden elecciones, eso es lo normal. Lo que no se puede perder es la dignidad, porque eso es irrecuperable. Algunos amigos ya se pasaron a La Libertad Avanza. En la vida hay que elegir: se está de un lado o del otro. Esta claudicación no era necesaria”, concluyó.