Curiosidades de Güerrín, la pizzería más emblemática de la Argentina

La calle Corrientes aloja a las mejores pizzerías de la Argentina, una de ellas es Güerrín. Fue fundada en 1932 en la calle Corrientes 1368, es decir, mucho antes de la construcción del Obelisco.

Y, entre todas sus curiosidades, este local es único, no solo por sus ricas pizzas sino porque no tiene sucursales.

La historia de esta pizzería porteña, que fue declarado Sitio de Interés Cultural de Buenos Aires desde 2011, se remonta a 1932, cuando los italianos Franco Malvezzi y Guido Grondona abrieron el comercio sobre Calle Corrientes, entre Uruguay y Talcahuano.

Al igual que muchos otros, Malvezzi y Grondona llegaron al país luego de un extenso viaje en barco a través del océano Atlántico. Su ingreso al puerto ocurrió en 1927. 

Luego de pasar algunos años en Buenos Aires, decidieron abrir la pizzería, que antiguamente también funcionó como el hogar de los primeros pizzeros, y encender el horno 1. 

Con el paso de los años y ante el incremento en la popularidad de la avenida ya mencionada, este sitio se convirtió en un ícono del país.

Además de ser famosa por su antigüedad, esta pizzería de Buenos Aires también destaca por una leyenda: su horno 1 permanecería encendido sin interrupciones desde 1932. 

Aunque es probable que durante breves periodos haya detenido su producción para recibir mantenimiento, lo cierto es que este espacio de la cocina permanece intacto desde hace casi un siglo.

Hoy tiene la capacidad de cocinar hasta 45 pizzas en simultáneo, mediante la utilización de 2.000 kilogramos de quebracho por turno. Así, alcanza una temperatura aproximada de 500ºC.

Y, como si no bastaran las cifras mencionadas, también es relevante anunciar que esta pizzería vende entre 1.500 y 2.100 pizzas cada día, de 70 variedades diferentes. Es por eso que hay quienes confirman que, a lo largo de su historia, por su cocina ya pasaron más de 9 millones de pizzas.