“La campaña del PRO está lejos del sentimiento de los porteños”

El dirigente y ex funcionario porteño Eduardo Macchiavelli dio su opinión sobre la elección en la Ciudad de Buenos Aires haciendo foco especialmente en el rol del PRO, partido del cual fue secretario general y hoy se encuentra “alejado”, como el dice.

Resaltó a la candidata del PRO Silvia Lospennato al calificarla como “una muy buena diputada nacional, trabajadora y excelente oradora”, aunque se sinceró en que “no conoce la Ciudad de Buenos Aires y se le nota”. Afirmó que él no la hubiera elegido de candidata ya que el PRO de esta forma “pierde una excelente vocera nacional y de las pocas que podía generar consensos en el Congreso”.

Fue crítico con el PRO en esta elección porteña al decir que hizo campaña solo “recordando lo realizado en los 16 años anteriores, agitando el fantasma del kirchnerismo y hablando de la República en riesgo. Ninguno de los tres temas movilizan al votante”.

“Primero, los porteños no votan pasado sino futuro. No te agradecen lo que hiciste volviendo a votarte, lo hacen si creen que podés hacer nuevas y buenas cosas. Segundo, ningún vecino de la Ciudad puede creer que el kirchnerismo tiene chances serias de gobernar el distrito, y en todo caso eso será un tema para dentro de dos años cuando se vote para jefe de Gobierno. Cero votos vienen por ahí. Y tercero, la República no está en riesgo. Ese es un discurso que le sienta bien a Lilita Carrió, no al PRO que siempre fue un partido del hacer”, sostuvo el ex Secretario General del PRO a nivel nacional.

Manifestó que “es la primera vez de 2007 a la actualidad que tenemos una campaña del PRO no centrada en la gestión futura concreta. El discurso exagerado de Horacio Rodríguez Larreta de que no hay obras se vuelve verosímil a partir de cómo se posiciona el PRO. ¿No hay nada para contar?. ¿Solo renders?”.

Para finalizar, opinó que “el mensaje del PRO está lejos del sentimiento de los porteños. Parece más dirigido al núcleo duro que a buscar mayorias. Ese núcleo puede sumar en torno al 20%, suficientes quizás para estar lejos del cuarto puesto que sería una catástrofe electoral y soñar incluso con subirse al segundo lugar, pero con sabor a muy poco para un gobierno nuevo que hace apenas dos años obtuvo 49%”.