La reforma incluyó la instalación de nuevos juegos de salto, dinamismo y estáticos, donde los niños pueden escalar, deslizarse por toboganes e interactuar con paneles sensoriales, incluyendo uno con letras en braille. El solado fue renovado con un diseño alusivo a la temática del parque y se reemplazaron las baldosas de hormigón por un piso de caucho.
Según detallaron desde el Gobierno porteño a SECCIÓN CIUDAD, los juegos existentes fueron reemplazados por estructuras modernas, como los mangrullos y sus módulos de tobogán, juegos de muelle y trampolines.
El acceso al patio de juegos fue reubicado sobre la circulación principal de la plaza para mejorar la fluidez de movimiento, reutilizando el portón existente. La entrada anterior fue sustituida por un cantero con vegetación y se instalaron rejas perimetrales techno para un mejor cerramiento del área.
Además, se llevó a cabo un proyecto de paisajismo en los canteros existentes y se reacomodó el sistema de riego en el nuevo espacio verde. Las gradas y bancos deteriorados fueron reemplazados y pintados, incorporando perfiles metálicos en las aristas para optimizar la experiencia de los skaters.