El Club Deportivo Armenio presentó su nueva camiseta oficial para la temporada 2025 de la Primera B Metropolitana. Dicha casaca sigue fusionando el deporte y la cultura.
Este proyecto impulsado por Marcelo Papazian, integrante de la Comisión Directiva y responsable de marketing y relaciones institucionales, tiene como objetivo la reivindicación del territorio armenio y la difusión de su geografía, historia y cultura a través del fútbol.
La camiseta titular color blanco se estrenó el 8 de febrero, en la primera fecha del campeonato. La alternativa se presenta en un elegante gris oscuro. Ambas cuentan con un mapa detallado de Armenia, que incluye los trazos de sus provincias y sus nombres destacados en letras claras y visibles. Este diseño busca representar la totalidad del territorio armenio y comunicar su importancia en un contexto global.
En los detalles se puede apreciar un diseño de cuello y mangas con detalles ornamentales que destacan la rica tradición cultural armenia. Los sponsors que apoyan al club también figuran en las camisetas, destacando la alianza estratégica con instituciones comprometidas con este mensaje cultural.
La misión de esta nueva camiseta va más allá de lo deportivo, según explica Marcelo Papazian. “La idea surge por la necesidad de reivindicar los territorios de Armenia. Sabemos las amenazas que enfrenta la nación, pero desde nuestro lado, sin entrar en problemáticas políticas, buscamos destacar su riqueza geográfica y cultural a través de la globalización que ofrece el fútbol”.
Además, el club se propuso realizar una serie de charlas educativas en colegios e instituciones armenias para hablar sobre la geografía y las atracciones de Armenia. Estas actividades cuentan con la participación de Mariano Saravia, periodista y especialista en política internacional, quien aporta su experiencia en la defensa de la causa armenia y en iniciativas previas de camisetas con historia. Durante sus intervenciones, Saravia explica que el mapa impreso en la nueva camiseta, si bien representa la República actual, no incluye territorios históricos armenios, invitando a una reflexión sobre la integridad de la herencia territorial.