Quieren transformar el Luna Park en un Arena, pero hay trabas por ser Monumento Histórico Nacional

La Fundación Ciudad, una organización que busca preservar edificios históricos de todo el país, expresó su preocupación ante la posibilidad de que se modifique la estructura del estadio Luna Park, declarado Monumento Histórico Nacional.

El 16 de octubre pasado, la firma dueña de la propiedad “Stadium Luna Park S.A.” (de la que son accionistas en partes iguales el Arzobispado y la Institución Salesiana) aprobó la entrega en concesión del estadio a DF Entertainment, propiedad de Live Nation Entertainment y su socio local Diego Finkelstein. A partir de ahora, esta firma es gerenciadora del lugar por un lapso de 20 años.

Dentro del contrato, se estableció una inversión US$34 millones para incrementar la capacidad de espectadores del estadio: de los 8500 lugares actuales a 13.000.

En este contexto, las autoridades de la Fundación Ciudad, a cargo de Andreina de Luca de Carballo, advierten que en el contrato se adjuntaron unos renders que muestran un anteproyecto en el que se plantea construir dos niveles de estacionamiento subterráneo y que se trabaja en el diseño de un campo central más grande, nuevas áreas para la gastronomía y servicios, dos nuevos pisos en altura para albergar los palcos, entre otros.

“La empresa gerenciadora dice que va a cambiar el interior, pero entendemos que la estructura exterior también sufrirá cambios porque van a construir dos subsuelos y dos pisos más en altura. El Luna Park tiene un patrimonio impresionante, pelearon boxeadores, se casó Diego Armando Maradona. Está en la memoria de los porteños. No hay que estropear esa memoria”, expresó a Mora Arauz, integrante de la fundación, a TN.

En rigor, las autoridades de la fundación sostienen que para llevar adelante estas tareas, DF Entertainment deberá pedir autorización a la Comisión Nacional de Monumentos Históricos y a la Ciudad de Buenos Aires.

El convenio establece que dentro de los 90 días desde la fecha de aceptación del acuerdo, el gerenciador le presentará a Stadium Luna Park S.A. el anteproyecto de obras e inversión a realizar, el que deberá ser aprobado u observado no más allá de los 30 días desde la recepción. Si SLP no notifica a la empresa, se entenderá como una aprobación tácita.

En el convenio se estableció, además, que será DF Entertainment el que deberá pedir los permisos correspondientes a la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, presidida por Mónica Capano, nombrada en la gestión de Alberto Fernández (organismo bajo la órbita de la Secretaría de Cultura de la Nación) y la Secretaría de Desarrollo Urbano, que estaba a cargo de Álvaro García Resta, por ahora sin reemplazante.

Desde la Fundación Ciudad señalan que existen puntos a tener en cuenta ante los posibles cambios que podría sufrir el Luna Park:

La Ley 12.665 establece que cualquier intervención material en el Luna Park también debe contar con la autorización previa de la Comisión Nacional de Monumentos. Desde la fundación aseguran que si se demuele parte de su estructura sería el primer caso de un edificio declarado monumento histórico nacional en sufrir una alteración de esa clase.

El predio fue inaugurado en 1932 y se utilizaba para eventos al aire libre, hasta que los empresarios Ismael Pace y José “Pepe” Lectoure, fanáticos del boxeo, construyeron el estadio cerrado y lo convirtieron en un templo de ese deporte a nivel mundial. Fue sede de las peleas de Ringo Bonavena, Carlos Monzón y Nicolino Locche, entre muchos otros pugilistas.

Con el correr de los años se comenzó a utilizar para otros fines, lo que le permitió ser el escenario de acontecimientos históricos, como el funeral de Carlos Gardel y el casamiento de Diego Maradona y Claudia Villafañe; y otros eventos, principalmente vinculados a la música, como la despedida de Sui Generis y el debut de Frank Sinatra en Argentina. En 2007 fue declarado Monumento Histórico Nacional y desde entonces su aforo máximo es de 8.500 espectadores.