Llega el calor y aparecen los alacranes en la Ciudad de Buenos Aires: Qué hacer ante una picadura

Se acerca el verano y ya comienzan a aparecer temperaturas que pasan los 30°C en la ciudad de Buenos Aires. Debido a estas condiciones, los alacranes salen de sus escondites y pueden usar su veneno si se sienten amenazados. En ese contexto, es fundamental conocer la especie que circula por la Ciudad y qué hacer ante una picadura.

Aunque no son animales que suelen hacer daño, pueden utilizar sus defensas como es el caso de garras, chillidos, dientes o cola y provocar una picadura que requiere una visita al médico de urgencia.

De octubre a marzo, se comienza a apreciar una circulación más marcada de alacranes en la Ciudad de Buenos Aires. Hay dos especies que habitan allí, pero una de ellas puede generar problemas en el organismo, debido a que en su cola tiene un veneno.

“Si te pica, aunque parezca raro o imposible, es muy importante capturar el animalito y llevarlo al centro de salud para que sepan qué antídoto suministrar”, informó LaLucy.

El venenoso es uno de color claro, tiene pinzas bastante largas y dispone de un doble aguijón. Mientras que, el otro es más pequeño, con pinzas cortas y gruesas, una pigmentación oscura muy marcada y cuenta con una punta en su cola.

QUÉ EFECTO PRODUCE EL VENENO DEL ALACRÁN

El veneno del alacrán puede generar en el organismo tres tipos de intoxicaciones que dependerán bastante del grado de la picadura, ya que a menos tiempo es otro el efecto en comparación con una de larga duración. A continuación, los distintos grados:

  • Picadura leve: la zona afectada sufrirá un adormecimiento, además de un dolor intenso y se irritará.
  • Picadura moderada: las personas puede sentir dificultades para respirar, sentir un dolor abdominal, náuseas y vómitos. También, los médicos señalan la presencia de secreción nasal y salivación abundante.
  • Picadura grave: a los síntomas mencionados, se debe agregar que se va a producir una alteración en el ritmo del corazón, palidez alrededor de los labios, problemas para hablar y la necesidad de estar acostado en todo momento.