Los autos abandonados son un peligro para la salud, la seguridad y el ambiente. En lo que va del año, según datos del Gobierno porteño a SECCIÓN CIUDAD, la Ciudad compactó 2.811 vehículos que estaban abandonados en las calles.
“Ya levantamos de la calle más autos que en todo el año pasado. Asumimos el compromiso de ordenar la Ciudad y los autos abandonados son un problema habitual, una de las denuncias principales de los vecinos al BOTI y al 147”, explicó el Jefe de Gobierno Jorge Macri, en una recorrida por la compactadora de autos.
Comentó que la Ciudad retira de las calles más de 250 vehículos por mes. En los últimos dos años, se recuperaron más de 5 millones de kilos de chatarra. Las comunas del sur porteño son las que más autos abandonados tienen.
“Los autos abandonados son un problema porque se transforman en lugares donde se instalan a vivir personas y en espacios propicios para que el mosquito del dengue prolifere. También son una amenaza para el ambiente porque tienen baterías y líquidos que pueden contaminar”, agregó Jorge Macri.
CÓMO SE RETIRA UN AUTO ABANDONADO
Para retirar un vehículo abandonado, la Ciudad actúa de oficio o a través de las solicitudes que ingresan los vecinos. El procedimiento para notificar la presencia de un auto abandonado es sencillo. Se puede realizar a través del celular ingresando a la aplicación BA 147 o conversando con BOTI (11–5050–0147), el chat de Whatsapp la Ciudad. El sistema te pedirá subir dos fotos mostrando el estado y la patente en caso de que la tenga.
Luego, un inspector de la Comuna se acerca y labra un acta constatando la infracción y adhiere un cartel que informa al dueño que debe retirar el auto de la vía pública o ponerlo en condiciones en un plazo de diez días. Cumplido ese tiempo, se hace una segunda intimación para que en el término de 15 días retire la unidad o sus partes. En caso de no obtener una respuesta dentro de ese plazo, se remueve.
El Gobierno porteño levanta los vehículos y los dispone de una playa hasta su desguace. La descontaminación del vehículo es un paso previo importante e implica la quita de todos los líquidos contaminantes, baterías y equipo de gas, que son residuos peligrosos.
Una vez compactado en la planta ubicada en el barrio de Mataderos, se entrega a la compañía siderúrgica productora de aceros Acindar, que hace la fundición del “material ferroso”. La empresa se hace cargo del proceso y da un 5% del valor a la Ciudad y un 2% a una entidad benéfica.