Las redes inmobiliarias se posicionan y apuestan por la disrupción en el sector

De la mano de las nuevas tecnologías, la capacitación constante y la transparencia, las redes marcan la agenda y desafían la visión tradicional de los Colegios de Corredores y Martilleros. El caso de Vremont en la Ciudad de Buenos Aires.

Las redes inmobiliarias continúan afianzándose como una alternativa superadora en un sector que durante décadas tendió a la atomización y la falta de transparencia. En plena tendencia, diversos actores se destacan en la Ciudad de Buenos Aires: entre ellos está Vremont, que se presenta como “un nuevo concepto en bienes raíces”.

Se trata de 16 inmobiliarias que decidieron ofrecer servicios juntas, alentadas por una visión que crece en el sector y que tiene al trabajo colaborativo como gran distintivo. “Buscamos dar la atención, las buenas prácticas y la ética profesional de siempre, con más y nuevos servicios: el apoyo de una red, alta tecnología y procesos más ágiles. Entendemos que mudarse tiene que ser una experiencia buena, desde el momento en que se toma la decisión de hacerlo hasta el día en que alguien entra a su nueva casa”, afirman desde Vremont y suman que tienen “la mirada puesta en lo que viene”.

Entre los socios de Vremont están Abranzon, Antonelli, Bruni, Buenos Aires Acción, Omar Porta, R Barral e Hijos, Pisani, Pronin y Rozenblat. La red se destaca por su estrategia comunicacional desacartonada: comparten datos curiosos sobre barrios y propiedades de la ciudad en sus redes sociales, así como interesantes entrevistas a los distintos profesionales, que cuentan anécdotas y datos útiles sobre la red.

Tal como vienen haciendo diversas redes inmobiliarias como deinmobiliarios.com, Igeo y La Inmo, los miembros de Vremont apuestan por “elevar” toda la industria de bienes raíces y brindar a los clientes experiencias realmente memorables y sin fricciones.

En ese sentido, la transparencia, la profesionalización, la mejora continua, las nuevas tecnologías y las buenas prácticas están entre las grandes diferencias que proponen las redes inmobiliarias respecto de las políticas tradicionales que pregonan los Colegios de Corredores y Martilleros.

Los miembros de las redes han detectado en los últimos años que el negocio inmobiliario es un negocio de relaciones. Y, dentro de esas relaciones, importan más las relaciones con otros inmobiliarios que con clientes finales. Por eso, afirman que trabajar en red le permite a cada inmobiliario apalancarse en el tiempo y el talento de otros para vender más.

Además, señalan que en Estados Unidos –país a la vanguardia en materia de real estate–, casi el 100% de los inmobiliarios está adherido a alguna red, en cualquier tipo de formato: bandera blanca, low fee, franquicia tradicional, inmobiliaria tradicional adherida a una red inter-inmobiliaria, etcétera.

El trabajo colaborativo y el valor que agregan las nuevas tecnologías y las buenas prácticas en el sector empujan una tendencia que tiene a los clientes en el centro de la estrategia. Y no sólo ganan los clientes al recibir mejores experiencias, sino que también los corredores y los agentes se benefician de la contención de un grupo de colegas.