Por LUCÍA GASPARELLI / IG @lu_gaspa
Finalizó “Desconecta(me) (d)el WiFi”, una innovadora propuesta de Proyecto Popurrí que se llevó a cabo en el Espacio ALEM123, en San Isidro.
Este evento reunió a una variedad de artistas de distintos medios con el objetivo de promover la conexión entre las personas, en contraposición al mundo tecnológico.
Proyecto Popurrí es reconocido por ser una productora de eventos independientes y un espacio incorpóreo que acoge diversas formas de arte. Sus fundadoras: Stefanie Maia Variani Kaplan, Augustina Delorenzi, Valentina Temino y Abril Lombard, se esfuerzan por impulsar a artistas emergentes y crear temáticas que aborden problemáticas relevantes en la sociedad actual.
En esta ocasión, Popurrí decidió dejar de lado la tecnología omnipresente en nuestra realidad contemporánea para resaltar el trabajo artístico manual y mental. Todas las obras expuestas pudieron ser apreciadas sin la necesidad de proyectores o conexión wifi, permitiendo al público adentrarse en el proceso creativo de los artistas presentes: su inspiración, su relación con las obras y su conexión con el público.
El espacio ALEM 123 aportó un contexto doméstico que conectó lo cotidiano con el presente, creando un ambiente acogedor donde los visitantes se sintieron cómodos para explorar sin temor al juicio.
Cada artista invitado ofreció una nueva manera de relacionarse con su obra, invitaron al público a realizar una introspección personal.
Se destacó la presencia constante de Luz Pinedo, cuyas pinturas al óleo retratan a personas significativas en su vida, capturando en sus rostros y miradas, las emociones y pensamientos que los definen como personas: sus pasiones, miedos y todas aquellas cosas que permanecen calladas ante la mirada de desconocidos.
Sus modelos son una extensión de ella como artista y como persona.
Pinedo parece buscar la esencia misma del ser humano, desnuda el alma de las figuras para revelar las emociones más íntimas y reprimidas.
Según la propia artista, su objetivo es capturar ese momento de tensión en el que intentamos escapar.
El evento también incluyó presentaciones en vivo para marcar el inicio y el cierre de la jornada. La noche de inauguración contó con la poesía de Clara Cattarossi e Isa DiPasquale, acompañadas por las melodías sobre el desamor y la familia, de Martu Ibarra, quien cerró la velada con un emotivo set acústico.
Para el cierre, se ofreció otra sesión de música en vivo a cargo de Clara Mailen y Juana Sylveira. A pesar de que la lluvia obligó a que el evento se redujera al interior del centro, el nuevo ambiente hizo que los sentimientos de nostalgia creados por las letras cantadas, se vieran acogidos por la esencia hogareña del entorno—completos desconocidos sentados uno al lado del otro, compartiendo juntos un momento único.
Desconecta(me) (d)el WiFi no sólo fue una exhibición artística, sino una experiencia distinta que invitó al público a desconectarse del mundo digital y sumergirse en la belleza del arte y la conexión humana. Con la elección de obras que reflejan la esencia misma del ser humano y las emociones que atraviesa, el evento logró crear un ambiente único de reflexión y apreciación.
Proyecto Popurrí demostró, una vez más, su capacidad para innovar y provocar un diálogo significativo sobre temas relevantes de la sociedad contemporánea. Sin duda, esta muestra dejará una impresión duradera en todos aquellos que tuvieron el privilegio de ser parte de ella.