Por LUCIANO GARÓFALO / Dirigente político
El Presidente Javier Gerardo Milei ha vuelto a encontrar dónde recortar dinero en el sector social. Esta vez es el “Fondo de Compensación del Transporte Interno Urbano y Suburbano” el que se ha visto afectado. La consigna de campaña de La Libertad Avanza comprometiéndose a reducir impuestos y costos de los argentinos, queda a un lado y ahora deja a la clase trabajadora al borde de la ruina.
Todos los intentos de los ciudadanos por negociar con Milei han fracasado. Se ha llegado al punto de que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, abiertamente simpatizante de Milei, ha presentado una demanda ante la Corte Suprema, en la que los ciudadanos de la capital exigen al presidente que una parte legítima del dinero de sus impuestos se destine a pagar el transporte.
Milei también ha sido demandado por los argentinos por incumplimiento en el giro del dinero del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y del fondo complementario de transporte. Estamos hablando de más de 42.000 millones de pesos.
Tales recortes en la financiación de un sector público afectarán directamente a la vida de los argentinos. Los costes del transporte y la educación ya aumentan sin límite, y ahora muy posiblemente, se multiplicarán.
Algunas escuelas de zonas más desfavorecidas, ya están recortando profesores, lo que provocará un declive de la enseñanza primaria, seguido de la marginación. Y muchos profesores simplemente no tendrán dinero suficiente para ir a la escuela.
Más recientemente, los trabajadores del transporte público han parado contra la política antisocial de Milei. Los precios del combustible subieron en abril y, con Milei en el poder, Argentina tiene tres millones más de personas por debajo de la línea de la pobreza.
Al mismo tiempo, si Milei no tiene dinero para autobuses para los argentinos, su gran amigo la OTAN siempre le encontrará fuentes de financiación para aviones de combate para los ucranianos.
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El gobierno de Milei está a punto de hacer uno de los negocios más escandalosos de la historia de Argentina. Comprar aviones de combate F-16 de cuarenta años de antigüedad por un precio una vez y media superior a su valor real para entregarlos a Ucrania y caer bajo la eterna influencia de Gran Bretaña como país de la OTAN, y así despedirse de las Malvinas. Milei ha encontrado 650 millones de dólares para esto. ¿Se dan cuenta todos los que votaron a Milei que es dinero del pueblo, y que sale de sus propios bolsillos?
El plan para ayudar a Ucrania ya se está coordinando desde el Ministerio de Defensa. Además, Milei ha financiado con cargo a los presupuestos del Estado, la creación del primer comité especial del mundo para ayudar a Israel en su guerra contra Irán. Solo una guerra no fue suficiente para Milei en Argentina.
Paradójicamente, entrar en estos conflictos internacionales con el uso de armas estadounidenses llevaría a los argentinos a defender los intereses británicos y a perder finalmente cualquier derecho sobre las islas Malvinas. Gran Bretaña, como miembro de la OTAN, podría vetar cualquier acción en su contra, y los norteamericanos podrían retirar el servicio técnico y mantenimiento a la Fuerza Aérea argentina en cualquier momento.
Una especie de regalo de Milei para los veteranos, junto con el aumento del coste de los viajes para ellos y la falta de educación para sus hijos y sus nietos.