Por CARLOS FARA / Consultor político
L, U o V? Entre estas tres letras está la discusión sobre el futuro económico de la Argentina. Para traducirlo en criollo sería así: L es caída y se estanca, U es una recuperación, aunque lenta, y V es recuperación entusiasta. Toto ve algo mejor aún, como el logo de Nike: una subida fuerte, más potente que la bajada. Los fondos de inversión y los bancos internacionales creen en la V, pero habría dos bibliotecas discutiendo quién tiene razón. Como comentamos la semana pasada, el Fondo corre al gobierno por izquierda y le pide que no sea tan duro con el ajuste, entre otras cosas. Toto no se cansa de pedir el dinero que el organismo no le quiere dar y hasta se ha convertido en un “cachorro de león”, imitando la vehemencia presidencial en sus dichos (si compra simpatía ¿compra tiempo?).
Lo cierto es que los actores económicos van recalculando a punto de cumplirse 4 meses de gestión. Esta semana el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera dijo que “Los 100 millones de toneladas van a salir si conseguimos mejor precio”. Trascartón, se conocieron los resultados de una encuesta en donde los productores de los grupos CREA parece que “no la ven” y un bajo porcentaje está decidido a invertir más este año (gente que muy probablemente haya votado a Milei, al menos en el balotaje) porque les falta rentabilidad. Si los dólares llegasen a escasear, todo se podría complicar más de la cuenta. A lo que se agrega otro interrogante ¿la economía ya tocó piso? ¿se cumplirán las profecías del J.P. Morgan? En marzo la recaudación siguió cayendo y ahora se viene el tarifazo en serio. ¡Pero qué barato que está el atún en Chile!
Un mes después de la reunión del gobierno con los 24 gobernadores volvieron a verse las caras solo con los cambiemitas, es decir, los más dialoguistas. Llegaron muy cautelosos. Se fueron optimistas pero cautelosos, una vez más. Varios de ellos ven a esta administración como una permanente caja de Pandora. Esperan no encontrarse en los próximos días con un nuevo martes 13.
A este ritmo, si este diálogo prospera, la nueva Ley Bases no estaría aprobada en el Congreso antes del glorioso 25 de mayo (cuando se cumplan 5 meses y medio de mandato). En la Casa Rosada especulan con que el paso del tiempo los favorece, porque parten del supuesto que se puede gobernar sin el Congreso y que, en todo caso, las que están realmente complicadas son las provincias, no el ejecutivo nacional. Dentro de un tiempo, si la política anti inflacionaria es exitosa, la evidencia empírica haría que se rindan a los pies de “Sinley”.
Dos semanas cortas aquietaron la política y la calle, no la realidad. Esto recién empieza. La CGT podría hacer un nuevo paro, ATE ya está súper movilizada por los despidos y camioneros pararía el país si no le homologan la paritaria (¿hace falta que la homologue el gobierno? ¿por qué los consorcios de edificios dan por automáticamente homologado el acuerdo salarial con los encargados? ¿son decisiones políticas?). No deja de ser curioso que justo cuando el radicalismo le está proponiendo una reforma laboral light al gobierno, “los sindicatos de Perón” se avienen a elaborar un proyecto propio (inédito). Todos llegan tarde: Cristina misma en su “mamotreto” de 33 páginas de febrero pasado –que muy pocos leyeron- hablaba en el punto 10 de un “plan de actualización laboral”.
“La Ciudad no hace nada para ciudar a los vecinos del dengue”
Pero no todo es gremialismo, también despuntó una movilización de jubilados. ¿Puede surgir una nueva Norma Plá como en los ´90? En la práctica política un incremento del conflicto social no implica necesariamente poner un freno al ajuste del oficialismo, ni tampoco un reflejo del estado de la opinión pública. Sin embargo, recordemos que el control de la calle es un detalle que interesa al mundo de Wall Street.
Están pasando cosas, como por ejemplo que el ministerio de capital humano lleva gastado en los tres primeros meses del año bastante más que el 25 % que le correspondería por el lapso de tiempo de este 2024. Eso significa que “jamoncito” –de a ratos- es loco, pero no b….. Más gasto social significa un intento de amortiguar el ajustazo, aunque seguro está lejos de paliar el tendal. ¿No era que los movimientos piqueteros le iban a hacer la vida imposible a este presidente? Mientras eso sucede, la canciller destrabó el (ridículo) conflicto con el gobierno de Colombia. ¿El libertario se habrá enterado que gente de Manhattan ve muchas oportunidades de hacer buenos negocios en ese país? No parecería entonces que Petro “es un comunista asesino que está hundiendo al país” (los de la Gran Manzana seguro que no son b…..).
Encuesta sobre imagen de los 13 principales dirigentes políticos
Hablando de gente que no es b…. la jefa Cristina manda a todo el mundo a hablar con Máximo, mientras maniobra para ver qué hace con la candidatura de Lijo a la Corte Suprema. Ese detalle de conducción no genera mucho entusiasmo en los actores bonaerenses de UP dadas las limitaciones y la endogamia del vástago. Pero eso poco importa ahora. “Kichi”, como lo llama Ella, empieza a sentir en carne propia que nunca fue un líder (¿y nunca lo será?), que toda su carrera política se debe a decisiones de CFK, y que es demasiado temprano para despegar de “la nave madre”. Ser una figura suficientemente relevante y considerada dentro de esa confederación panperonista implica mucho más que ser gobernador de la principal provincia y ser el más conocido a nivel nacional. Ruckauf, Solá y Scioli pueden dar cátedra de eso. La mejor síntesis es sin duda la reflexión de la filósofa contemporánea Malena Galmarini: “la gente se hinchó las pelotas de nosotros”. Inapelable.
Para cerrar el cuadro, el responsable oficial de la salud nos dice que la falta de repelente es un problema de oferta y demanda. Quizá haya debido decir que hay un problema de Off-erta. Si hay algo maravilloso en una sociedad es la fuerza de su tradición oral. La famosa canción infantil sobre los mosquitos se cree que nació en España en los ’60, de autor desconocido. Para ponerle un poco de humor al fastidio, hoy la seguimos citando.