Sharenting: Los riesgos de publicar fotos de nuestros hijos en redes sociales

La costumbre de compartir sucesos de la vida cotidiana en redes sociales ha crecido a pasos agigantados en los últimos años. Publicar fotos y videos de nuestros hobbies, trabajos y seres queridos forma parte del día a día.

Pero, ¿qué pasa a la hora de exponer a los niños frente a la cámara?. Al tratarse de mentinnores de edad, entra en juego, entre otras cosas, el consentimiento. Ante esta problemática es necesario hablar sobre un nuevo término instaurado desde 2010: el sharenting.

Almendra Ogdon, gerenta de Comunicación y Marca de Movistar Argentina dio una entrevista en Billiken, para saber más acerca de los riesgos de esta práctica.

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QUÉ ES EL SHARENTING

El término sharenting surge de combinar las palabras en inglés “share” (compartir) y “parenting” (crianza). Describe el comportamiento de padres y madres que publican fotos y videos de sus hijos e hijas en redes sociales sin su autorización.

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RIESGOS DEL SHARENTING

A corto y mediano plazo, la sobreexposición de los niños en redes sociales por parte de los adultos puede tener consecuencias psicológicas, financieras y de seguridad. También existen riesgos a largo plazo. Padres, madres y adultos comparten contenido de sus hijos e hijas sin ser conscientes de que les están creando una identidad digital sin su consentimiento, y que en un futuro puede avergonzarlos.

Con el tiempo, esas publicaciones pasan a formar parte de la reputación en línea de los niños, niñas y adolescentes, lo que puede derivar en situaciones perjudiciales tales como grooming, pedofilia, ciberbullying, suplantación de identidad, robo de datos personales.

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PORQUÉ ES IMPORTANTE EL CONSENTIMIENTO

A la hora de publicar contenido que incluya a niños y niñas, padres, madres y adultos pasan por encima de un concepto fundamental: el del consentimiento. A pesar de que exista la posibilidad de pedirles permiso, los niños no están capacitados para tomar una decisión ya que no tienen dimensión acerca del entorno digital.

Además de las imágenes, es importante cuidar lo que se comparte en torno a la información. Divulgar las características del temperamento y personalidad, actitudes o secretos frente a perfiles online también forma parte del riesgo y puede perjudicar a los más chicos.

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COMPARTIR CONTENIDO DE FORMA RESPONSABLE

Las soluciones en relación a esta práctica no refieren a dejar de publicar contenidos de niños y niñas, sino más bien de concientizar sobre los riesgos y posibles consecuencias al hacerlo de manera excesiva.

Almendra Ogdon comparte una serie de buenas prácticas para que los adultos tomen conciencia acerca de los riesgos y puedan compartir contenido responsablemente:

  • Usar una cuenta privada con candado. “Si no es posible por alguna circunstancia, armar una más chiquita, más familiar o hacer un grupo de ‘mejores amigos’”, sugiere la referente.
  • Sacar la geolocalización a la hora de subir una foto.
  • Poner stickers -o emojis- en la cara de los niños.
  • Hablar del tema con nuestros hijos. Es importante generar en ellos la conciencia de la importancia de lo privado versus lo público.