Por CARLOS RUCKAUF / Ex Vicepresidente de la Nación
No te pongas la venda antes que salga el grano” (Del folclore popular).
Una vez más nos enredamos en discusiones sobre situaciones que no van a ocurrir.
El nuevo presidente va a poder gobernar, pero no imponer cambios que necesitan aprobación legal, como vender YPF o Aerolíneas Argentinas. Desde que todos los argentinos votamos (mujeres incluidas) solo Juan Domingo Perón sacó más votos que Javier Milei.
El líder libertario representa en Argentina la nueva derecha.
Bolsonaro y Trump son sus máximos exponentes y se han congratulado,efusivamente, de la decisión de la mayoría del pueblo argentino.
Desde el 10 de diciembre, el nuevo Primer Mandatario, tiene que lograr conquistar el poder, para poder realizar los cambios copernicanos que ha propuesto.
La mayoría de las reformas que él llama de primera y segunda generación necesitan leyes para ponerlas en ejecución. Es decir Diputados y Senadores que, en principio, no tiene.
Los cambios que intente por DNU tendrán que pasar por duros trámites tribunalicios, tras una lluvia de recursos de amparo de los presuntos damnificados.
En sus primeras declaraciones post triunfo, preguntado al respecto, insinuó que tales trabas serían removidas por el pueblo en las elecciones parlamentarias de 2025.
Sin embargo, aun una elección similar a la actual, lo pondría lejos del quorum propio en Diputados y sería minúscula la modificación en el Senado.
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Las reformas de Trump fueron posibles por el apoyo sin fisuras del Partido Republicano.
Las de Bolsonaro porque ya existía una fuerte derecha parlamentaria y el inquilino del Planalto logró un sólido acuerdo con el “Centrao”.
Nuestro pronóstico es que Milei va a poder gobernar pero no logrará aprobar casi ninguna de las leyes y tendrá que dedicar su mayor esfuerzo a depurar, con bisturí, los excesos de gastos de la Administración Central.
En ese campo, el fin del absurdo sistema de Obras Públicas y su substitución por la actividad privada es tan importante como la modificación de la forma de explotar y transformar nuestro petróleo , gas y litio. Para ello YPF, en su actual composición societaria, y el conjunto de las empresas del sector energético, son un muy adecuado instrumento.
Si el nuevo equipo logra individualizar y eliminar el gasto superfluo del Gobierno nacional, actúa con visión federal, deja de ser un obstáculo para el sector productivo y frena la inflación y la consecuente destrucción del salario y las jubilaciones, habrá dado respuesta a una parte significativa de las demandas colectivas por las que fue votado.
Volver a tener fuerzas de seguridad respaldadas, respetadas,bien entrenadas, mejor pagadas y depuradas, es un prerrequisito clave para luchar contra el crimen organizado y quitarles a las familias el miedo.
Tambien, dejar de lado esta realidad abolicionista del derecho penal que ha ido convirtiendo las víctimas en victimarios. Esa inseguridad fue el otro gran motivo por el que la alianza entre LLA y el PRO recibieron el voto de los sectores medios y más humildes. Esos millones de compatriotas están hartos de palabras,quieren hechos concretos que conviertan la actual pesadilla en una realidad distinta que les permita vivir mejor.
En resumen: hay que hacer lo que se pueda hacer para cambiar y no enredarse en debates interminables, sobre lo que la realidad no permite lograr.