Por MARÍA RAQUEL HERRERO / Presidenta de la UCR en la Comuna 7 y Auditora General porteña
Los ciudadanos eligieron democráticamente en las PASO quienes querían que sean sus candidatos, y posteriormente determinaron quienes son las fuerzas políticas que definirán la Presidencia de la Nación en el próximo ballotage.
Como presidente de la Comuna 7 de la Unión Cívica Radical defiendo la democracia joven que tenemos en nuestro país y por la cual el Dr. Raúl Alfonsín tanto peleó, con lo cual celebro desde mi lugar de política y ciudadana que los argentinos tengamos la posibilidad de elegir.
En la Ciudad de Buenos Aires, luego de la Primarias trabajamos como corresponde acompañando a la fórmula de Jorge Macri y Clara Muzzio para que ganara en primera vuelta con el objetivo de continuar transformándole la vida a los vecinos de la Ciudad.
A nivel nacional, la situación fue diferente. Evidentemente desde el espacio para el que trabajo no supimos ofrecerle a la ciudadanía una alternativa de país para que se sientan seguros, confiados y esperanzados de poder sacar a la Argentina adelante. Me parece muy importante reflexionar ante esta situación, ya que por decisión del voto popular, hoy me encuentro en la disyuntiva de decidir entre dos opciones extremas.
Por un lado, el representante de uno de los peores gobiernos de la historia, actual Ministro de Economía responsable directo de la inflación y el crecimiento de la pobreza que tenemos. Él es parte fundamental de un gobierno que tiene hechos de corrupción constantes. Comparte el gobierno junto a diferentes dirigentes que dijo en múltiples oportunidades que deben estar presos o fuera del estado. Sin embargo, fue el candidato a Presidente más votado en las elecciones generales.
Por el otro, el líder de un espacio político “nuevo” que ha agredido sistemáticamente a quien piensa distinto, que ha faltado el respeto en numerosas ocasiones a líderes políticos de enorme envergadura como Alfonsín y que ha propuesto una seria de ideas con las cuales me siento en las antípodas.
“Tener presencia en la calle es fundamental para combatir a los motochorros”
Por eso creo fervientemente que lo primero que debemos hacer los políticos es reflexionar, y realizar una fuerte autocrítica de cada paso que hemos dado.
Entender que ningún político es dueño de ningún voto. Comprender que la gente es libre de elegir y de votar lo que quiera.
Debemos respetar y entender al ciudadano porque sólo de esa manera la política va a volver a estar cerca de la gente.