Por DIEGO GUELAR / Ex Embajador argentino en EEUU., UE, Brasil y China
El 14 de abril de 1931 se declaraba el inicio de la Republica Española….terminaba así la dictadura del general Primo de Rivera y la monarquia borbónica detentada por el Rey Alfonso XIII. Una coalicion republicana-socialista, presidida por Manuel Azaña, se haría cargo del gobierno, rodeada del entusiasmo de una parte importante del pueblo español. Pero los problemas arreciaban. La crisis mundial, la cuestion agraria, las autonomías regionales, las presiones de la derecha, la iglesia, los comunistas y los anarquistas, irán minando rápidamente la confianza inicial en el nuevo gobierno.
Apenas un mes después de su proclamación, el gran filósofo José Ortega y Gasset, escribía el 14 de mayo del ‘31, en el periódico El Sol, lo siguiente : “una cantidad inmensa de españoles que colaboraron con el advenimiento de la República con su acción, con su voto o con lo que es más eficaz que todo esto, con su esperanza, se dicen ahora entre desasosegados y descontentos. Y exclaman : “No es esto, no es esto… !!! La República, es una cosa… el radicalismo es otra. Sino, al tiempo…”.
Cinco años después, el 17 de julio de1’36, el general Francisco Franco daría el golpe de Estado que iniciaria la cruel Guerra Civil que duraría tres años, con más de un millón de muertos y condenaría a España a una larga dictadura de 35 años.
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Otro gran escritor y filósofo español, Miguel de Unamuno, crítico de la monarquía y luego de la República, desde su catolicismo militante, se pronunció a favor del bando franquista. Pero rápidamente, para el 12 de octubre de 1936 -día de la celebracion del Día de la Raza- en el Aula Magna de la Universidad de Salamanca (de la cual era Rector Emérito), condenó en presencia del general Millán-Astray -segundo jefe de la sublevación- al bando nacionalista de la siguiente manera: “ Venceréis, por que tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis. Por que convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta en esta lucha: razón y derecho. Me parece inútil pediros que penséis en España…”. Dos meses después, moriría estando en arresto domiciliario, en oscuras circunstancias.
¿Por qué hago esta reflexión en este momento ? Argentina está al borde de comenzar una nueva etapa política. Estamos siendo bombardeados por irresponsables y anti patrióticas arengas que indicarían que no hay una Argentina sino dos : una Nacional y Popular y otra Neoliberal y Cipaya….y, por si eso fuera poco, a la normal alternancia democrática. Gane quien gane las PASO, tendremos la reponsabilidad común de proponer a la ciudadanía un gobierno de unidad nacional que nos permita acumular credibilidad interna para poder gobernar, regional para aunar esfuerzos con nuestros vecinos, y global para poder obtener el respaldo que necesitaremos por parte de nuestros socios estratégicos : los EEUU, la UE y China.
Nuestra única fortaleza será mostrar un respaldo casi unánime del Parlamento, los gobiernos provinciales y las organizaciones de la sociedad civil. Todos sabemos que las arcas estan vacías, pero que podremos llenarlas con la acumulación del trabajo de nuestros hombres y mujeres, bendecidos por una de las mayores reservas de recursos naturales del Planeta.
La unidad parte del liderazgo y la capacidad de mostrar un rumbo claro y firme. Lo que viene no es tarea para pusilánimes. Pero debemos ser benevolentes y generosos…no es tiempo de revanchas ni pequeñeces.
Es muy fina la línea que separa a la grieta de la guerra civil, pero también está la voluntad mayoritaria de la ciudadanía para que primen los valores que alumbraron a nuestros padres fundadores y nos permitieron ser una de las naciones mas respetadas del mundo. Si lo decidimos, podremos volver a serlo. Escuchemos con atención, del fondo de la historia y desde la sabiduría que emanaba de ellos, las admoniciones de Ortega y Unamuno. La historia no se repite, pero suele parecerse mucho…