Por GUSTAVO LÓPEZ / Presidente de FORJA
Desde hace años venimos denunciando que en Argentina y en América Latina en general, el Poder Judicial se ha convertido en la representación de los grupos concentrados de la economía, cambiando su rol constitucional de impartir justicia por otro, que tiene que ver con la alteración del sistema democrático. Así como en las décadas del ’50, ’60 y ’70 fueron las fuerzas armadas el brazo ejecutor de esos grupos económicos, convirtiéndose a través de los golpes de Estado en Ejércitos de ocupación de sus propios países, en los últimos años el Poder Judicial se convirtió, a través del “lawfare”, en el custodio de los intereses económicos y en un factor de persecución política contra dirigentes que representan los intereses populares en cada uno de los territorios. La destitución de Dilma Rousseff y el posterior encarcelamiento de Lula para proscribirlo electoralmente, fue un acto grosero que tiró por la borda años de construcción democrática. Las supuestas autodenominadas democracias occidentales, cooptadas por el neoliberalismo, subordinaron el sistema democrático a los intereses económicos internacionales y después de declarar a Lula como ejemplo de democracia en América Latina, miraron para otro lado como ya lo habían hecho con Mandela 50 años antes.
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En nuestro país, la persecución a Cristina y a diferentes dirigentes políticos y sociales comenzó hacia el final de su mandato y se incrementó a niveles intolerables a partir de la total cooptación por el Macrismo, de la Corte Suprema y del sistema federal. Prisiones preventivas sin condena, condenas sin pruebas, compra de testigos a través de la figura del supuesto arrepentido y alteración del principio de inocencia y del derecho de defensa en juicio, pusieron en prisión a dirigentes populares, incluso hasta nuestros días. Lo intentaron con Cristina en abril de 2016, pero la movilización de miles de argentinos lo impidió. Vinimos a terminar con los sótanos de la democracia, pero no lo hicimos. Siempre se está a tiempo, porque la DEMOCRACIA con mayúsculas lo requiere. Sin Justicia no hay democracia, sin Poder Judicial independiente de los poderes económicos, no hay justicia. FORJA hace suyas las palabras del bloque de Diputados del Frente de Todos pero además convoca a marchar en defensa de la DEMOCRACIA. Por un Poder Judicial independiente, por la ampliación de la Corte Suprema de Justicia y por el juicio político para aquellos jueces, que violando la Constitución, aceptaban ser nombrados por Decreto. Basta de persecución. Democracia para siempre y Patria para todos.