Llegó a Buenos Aires “Cat Café”, un café en el cual está permitido llevar tu gato. Esta experiencia ya existe en otras partes del mundo, pero aquí es una novedad.
Para los que deseen tomar un buen café rodeado de gatos, jugar con ellos y darle de comer, ahora puede hacerlo. De esta forma, es un espacio para relajarse en compañía de estas queridas mascotas.
Ubicado en el barrio porteño de Abasto, para asistir a Cat Café hay que pedir turno previo y elegir que se consumirá. El turno se selecciona en el Instagram “cat.cafe.buenos aires”. Allí también se le indicará la dirección y el costo de la visita. El valor de la entrada incluye el café, un alfajor, la porción de alimento balanceado que se le pueda dar al gato y una hora de estacionamiento. Los turnos son de una hora por grupo familiar de hasta cinco personas. Las opciones de horario son tres turnos por la mañana y tres por la tarde.
“Café con gatos no es un bar ni una cafetería. Es un lugar especial para tu disfrute y el de los gatitos. Un espacio totalmente gatificado que también es un punto de adopciones. Vení por un café y un alfajor delicioso, y llevate tu gathijo! El café con gatos funciona todos los días de la semana, siempre con reservas anticipadas”, describen desde Cat Café.
Si bien en la Ciudad existen locales gastronómicos pet friendly, no hay lugares en los que los turistas o visitantes puedan degustar un café e interactuar con ellos, tal como ocurre en algunas de las principales capitales del mundo.
El primero se abrió en Taipei (Taiwán) en 1998. Japón es otro de los países que más café de gatos tiene, unos 39 en total. Entre los más conocidos figuran el Cat Café Neko no Niwa de Singapur; la Gatoteca de Madrid; y el Café des Chats en el barrio de Le Marais, de París.
El primer café de gatos de Italia abrió sus puertas en 2014 en Turín, Il Neko negro. Ese mismo año también habría Inglaterra el suyo ubicado en Londres: Lady Dinah’s Cat Emporium.