Hay que exportar conocimiento

Por DANIEL FILMUS / Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación

 cabe duda de que la construcción de un modelo de desarrollo que combine virtuosamente crecimiento económico sostenido con mayores niveles de igualdad social requiere de una robusta política destinada a elevar y diversificar la capacidad exportadora de nuestro país. Las crisis cíclicas producidas por la “restricción externa” exigen, entre otras respuestas, un incremento sustantivo de las exportaciones. Sin embargo, ciertos sesgos en los modelos exportadores pueden resultar insuficientes para atender otros desafíos de enorme importancia, como la creación de empleo de calidad para mejorar la distribución del ingreso e inclusión social o la integración de más regiones de nuestro país en los procesos virtuosos que genera la economía del conocimiento.

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Con este objetivo, es necesario llevar adelante políticas de Estado de mediano y largo plazo que nos permitan diversificar la matriz de exportaciones aumentando sostenidamente la participación de los sectores vinculados a las industrias y servicios intensivos en conocimientos y desarrollos tecnológicos locales. La posibilidad de sostener y profundizar el proceso de crecimiento de las exportaciones de este sector que se verificó con vigor en el último año requiere de un activo papel del Estado. Pasos importantes se han dado recientemente a partir de la aprobación por unanimidad de dos proyectos de ley enviados por el Ejecutivo. Uno de ellos (ley 27.614) propone elevar el presupuesto de ciencia y técnica del actual 0,28% del PBI al 1% en los próximos años. Este incremento posibilitará ampliar el número de investigadores, proyectos y empresas de base tecnológica con un sentido federal. El segundo paso ha sido la aprobación del proyecto de ley de economía del conocimiento (ley 27.506), que garantiza importantes aportes estatales y beneficios impositivos para promover la inversión privada en proyectos de I + D. Los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación, de Economía y de Desarrollo Productivo estamos trabajando para que parte de estas inversiones sean adjudicadas con un sentido federal, exportador y productivo, que contribuya a construir un sistema nacional de innovación y promueva nuevas y creativas formas de articulación público-privado.

Al mismo tiempo, hemos acordado con la Cancillería la creación de un programa específico que promueva las exportaciones intensivas en conocimiento. El Mincyt junto a la Agencia Nacional de Promoción de I +D+I y el Ministerio de la Producción identificarán empresas de base tecnológica con capacidad de competir en mercados internacionales y proyectos innovadores con voluntad exportadora y brindarán apoyo y vínculos con el Conicet y el sistema científico-tecnológico para lograr el objetivo. La Cancillería ofrecerá apoyo por medio del soporte a la participación en misiones comerciales, ferias y exposiciones y acuerdos con terceros países e incluirá esta temática en el trabajo de promoción que realizan nuestras embajadas. Ya tenemos programadas 12 misiones y acciones sectoriales de este tipo para el primer semestre de 2022.

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Estos esfuerzos deben estar sustentados en sólidas políticas de formación y retención de investigadores, tecnólogos y especialistas altamente calificados. Sectores como el software, aeroespacial, transición energética, nanotecnología o la biotecnología enfrentan serias dificultades para retener a sus profesionales. Corremos el riesgo de profundizar una tendencia hacia la “primarización del conocimiento” y convertirnos en proveedores internacionales de profesionales de calidad y perdernos la oportunidad de exportar las tecnologías y los productos que estos profesionales pueden desarrollar en el país. Esta problemática requiere políticas educativas públicas integrales y de calidad que despierten en nuestros jóvenes vocaciones y aptitudes tempranas por la ciencia y la tecnología y el fortalecimiento permanente de nuestras instituciones universitarias y de investigación como el Conicet.

Invap es uno de los ejemplos más virtuosos por su inserción internacional en áreas estratégicas y por su capacidad de derramar en empresas nacionales la posibilidad de participar en los proyectos e incorporar las tecnologías de punta. La necesaria expansión de las oportunidades de exportación de nuestra producción de bienes y servicios basados en el conocimiento requiere de una concertación de políticas y esfuerzos entre múltiples actores con una mirada que supere la coyuntura. Solo así se logrará transformar el modelo productivo y la matriz de exportaciones. Al mismo tiempo se contribuirá a la construcción de un país más integrado e inclusivo que verá ampliada su capacidad de decisión soberana.