Cuando no nos buscan por encanto propio sino por desencanto ajeno

Por LISANDRO RAMELLA / Consultor en Marketing Político

En Marketing Político es necesario analizar las causas que dan lugar a los resultados que obtenemos. En principio uno podría llegar a pensar que esos resultados tienen que ver con una lógica, con una metodología de trabajo que planteamos durante la campaña de Marketing Político. Sin embargo, no necesariamente siempre es así, a veces esos resultados tienen que ver también con lo que hacen o dejan de hacer nuestros competidores. En ese sentido, cuando obtenemos resultados satisfactorios, resultados positivos, muchas veces esos resultados positivos no están asociados al encanto que genera el posicionamiento de nuestras propuestas o ideas sino más bien al desencanto que genera la competencia, más aún en un contexto donde el voto es obligatorio. Es decir, el resultado positivo no tiene que ver con el encanto propio sino con el desencanto ajeno.

Lo que se plantea en el párrafo anterior, es fundamental tenerlo presente para poder, durante el tiempo que existe entre elección y elección, trabajar en pos de que, el voto obtenido no por el encanto que generó el partido ganador sino más bien por el desencanto que provocó el partido perdedor, se transforme en un encanto propio. Ese es el desafío que se tiene de trabajo cuando se llega a la conclusión de que los resultados positivos obtenidos no tienen que ver con lo que se hizo bien sino más bien con lo que otros hicieron mal.