El odontólogo y precandidato a diputado nacional por el Partido Renovador Federal, Lucas Jaszewski, que lleva en su lista de precandidato a legislador porteño al ahora famoso payaso Marulito, señaló: “En la cuarentena más larga del mundo, los consultorios dentales se vieron obligados a cerrar sus puertas. Se cancelaron y pospusieron durante meses todas las consultas dentales”.
Según Jaszewski, “en la Ciudad, que es donde me desarrollo, sufrimos una verdadera catástrofe dental que afecta la calidad de vida de más de 300 mil porteños. La boca es la entrada al cuerpo. Más que nunca se debe prestar atención a la salud e higiene bucodental durante la pandemia. El uso de barbijos y tapabocas afectan la temperatura y humedad natural de las mucosas. Proteger al cuerpo de las infecciones es vital”, agregó.
Asimismo, añadió que el acceso a las consultas tanto en el sector público como a través de obras sociales o prepagas “fue prácticamente imposible”. Explicó que “hubo pacientes que dejaron sus revisiones rutinarias. Solo asistieron cuando el dolor llegó a niveles extremos, muchas veces con caries tan avanzadas que derivaban en casos insalvables, en extracciones que en condiciones normales resultan evitables”. Comentó que “la gente, en su desesperación por calmar el dolor, ha recurrido a sustancias como vinagre, alcohol, bicarbonato, agua destilada y hasta alcohol de quemar con todo el riesgo que eso implica. Así dañan el esmalte natural de los dientes y las barreras de los tejidos sanos”.
“En la concepción de la odontología moderna, la pérdida de una pieza dental por falta de atención configura una negación de ejercicio del derecho a la salud. Hay un verdadero abandono de paciente por parte de los servicios de salud, tanto públicos como privados”, sentenció Jaszewski.
Para el odontólogo y candidato a la Cámara Baja, “en la caída de consultas influyó también el pánico generalizado, el miedo al contagio, la desinformación en cuanto a los protocolos sanitarios, la profunda crisis económica, entre otros temas. Esto afectó al sector de profesionales de la odontología de manera directa. Se prohibió durante meses las prácticas programadas. Los materiales se encarecieron como así también todos lo necesario para la protección del personal”.