El desafío político de revertir la apatía electoral de la generación Millennials

Por LUIS ARAYA CASTILLO / Director de Posgrado en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello (Chile)

La elección se acaba postergar por un mes más y ello obliga a los candidatos a extremar sus recursos para motivar al electorado a participar de la elección de mayo próximo. De cara a ese escenario, uno de los principales desafíos para los aspirantes a las próximas municipales, es poder captar el voto de los definidos como “Millennials” o “Generación Y” que reúne a personas nacidas entre 1980 y 2000, y que representan el 25% de la población mundial. Crecieron en una era de desarrollo tecnológico, y casi no recuerdan cómo era el mundo sin Internet. Son idealistas, impacientes, con mucha confianza en sí mismos, con una gran autoestima y quieren todo a la vez.

Los Millennials crecieron durante la época del apogeo de las tecnologías de la información y la comunicación en línea, por ello son capaces de obtener el mismo placer al interactuar con la gente en persona o por redes sociales, enviar mensajes y redirigir o incluir “emoticones” varias veces por día es parte de su cotidianeidad.

Bajo ese prisma y asumiendo que en la última elección municipal sólo votó cerca de un 22% de los jóvenes (en su mayoría ABC1), es clave para los candidatos hablarles inteligentemente a estos electores, usando estrategias de comunicación digital que sean percibidas de manera personalizada; encontrar los incentivos necesarios para que la información resulte de interés y así penetre en una sociedad hipercomunicada.

Razones sobre esta baja participación hay varias, destacando, por un lado, la marginación que ha sufrido esta generación de cara a la participación electoral como una responsabilidad cívica que directa e indirectamente, potencian la consciencia y relevancia de un régimen democrático; y por otro lado, la escasa vinculación de los partidos políticos en su rol de representar a la ciudadanía (y en especial a los jóvenes) en sus intereses, motivaciones y derechos.

Una reciente encuesta realizada por el Instituto Nacional de la Juventud arrojó que el 81% de la población entre los 15 a 29 años, está poco o nada interesada en política, siendo el más alto de Iberoamérica. El estudio confirmó lo que se ha observado en las urnas, existe una escasa valoración hacia temas políticos en la vida cotidiana de los jóvenes, además se comprobó que existe una falta de cultura cívica entre los Millennials, que alimenta la desafección política: Un 61% consultados considera que Facebook y Twitter son mejores herramientas que el voto para dar a conocer las demandas sociales.

A su vez, otra encuesta realizada por Asia Marketing la que fue aplicada a cinco mil jóvenes entre 18 y 34 años reveló que la principal razón por la cual los Millennials no votan es porque no creen en los políticos, la política y los partidos (33%); porque no están representados sus intereses (28%) y por una falta de interés en la política (21%).

Ante dicha realidad -que hoy como país nos tienen como uno de los diez países con mayor abstención del mundo- hay una generación entera que no ha sido considerada, anónima y poco relevante para el quehacer de los políticos. El desafío está ahí, captar ese porcentaje de la sociedad que puede hacer cambiar el rumbo de cualquier elección.

A modo de ejemplo, el año 2017 el presidente Piñera fue electo con un 54,6% de los votos; sin embargo, sólo sufragó el 49% de la población que tenía el derecho a hacer, siendo así sólo el 26% de los electores decidió qué presidente tendríamos por los próximos cuatro años.

Entonces y de cara al mes de campaña que viene, el primer desafío de las y los candidatos es poder segmentar sus públicos para así llegar a aquellos electores que, por razones de apatía, desinformación u olvido por parte de la clase política, no participan de estos procesos cívicos. Así, ¿dónde está la pelea? No está en las palomas, la franja electoral o los jingles en las radios; la batalla está en la red y las principales herramientas de éxito se encuentran en las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp y la emergente TikTok.