Luego de 40 años en la Ciudad de Buenos Aires, cerró el tradicional restaurante Las Nazarenas. Según sus dueños, los motivos fueron la falta de clientes de las oficinas de la zona y el escaso turismo.
Las Nazarenas había sido inaugurado en 1981 por la familia Barbería. Fue el primer gran asador criollo ubicado en esa zona del centro porteño. En 1997 llegó a ser declarada espacio turístico de interés nacional.
Este cierre sucede en sintonía con una larga lista de locales gastronómicos que, por la pandemia, debieron bajar su persiana. En las últimas semanas, cerró el bar de jazz Notorious. “No llegamos a cubrir los costos”, declaró su dueño Víctor Ponieman.

“Estamos peor que en 2001. Esto no se vivió nunca. Durante aquella crisis el problema grave duró unos meses y luego comenzó la reactivación. Acá llevamos un año prácticamente sin demanda. Los turistas no vienen, la gente no vuelve a las oficinas. Es un escenario de problemas inédito“, resumió Ariel Amoroso, presidente de la AHRCC, la asociación que integra a los restaurantes, bares, confiterías, hoteles y cafés porteños.
“Los restaurantes, desde las avenidas Entre Ríos y Callao en dirección al Bajo, están prácticamente todos en situación terminal. Esto incluye macro y microcentro, San Telmo, Monserrat, Retiro. Son barrios que a partir de la pandemia dejaron de tener movimiento de gente. La situación de Avenida de Mayo es directamente para llorar: hay cuadras donde no hay un solo local en pie”, añadió.
Amoroso expuso, como otro ejemplo del derrumbe, la situación de la avenida en Corrientes en horas de la noche. “A las 10 de la noche no queda nadie. La falta de afluencia a los teatros, por ejemplo, complica mucho el escenario”, dijo.
“Hoy algunos gastronómicos perciben los REPRO. Son 12.000 pesos por empleado. Es un aporte que por ahora llega hasta mayo. Veremos si se lo refuerza. Lo que necesitamos es que la gente salga, circule. Sin demanda la supervivencia se hará imposible”, afirmó.
LAS PIZZERÍAS EN ESTADO TERMINAL
Entre los emprendimientos gastronómicos que vienen recibiendo el peor impacto, las pizzerías lideran como los que peor la están pasando.
Desde APPYCE afirmaron, en una entrevista con IProfesional, que sólo el año pasado el sector perdió el 15 por ciento de sus comercios. Y que, por el mal momento económico profundizado en estas semanas, el ámbito podría perder el 35 por ciento de los locales aún en funcionamiento.
Según la entidad, durante 2020 bajaron sus persianas al menos 150 pizzerías sólo en la Ciudad de Buenos Aires. En términos de empleo, se perdieron 1500 puestos de trabajo.