En los últimos 20 años, se triplicó las personas que viven en villas porteñas

Sigue creciendo la población que reside en las villas de la Ciudad de Buenos Aires. Pese a que el Gobierno porteño encaró obras de urbanización, las personas que viven en barrios populares aumenta. Entre las causas de este fenómeno, la principal es la subida de los alquileres informales.

Según la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, en 2001 había 107 mil personas vivían en villas. En 2013 ya se contabilizaron 275 mil personas. “Según diversas fuentes, oficiales y no oficiales, la población que reside en las villas de la Ciudad ronda las 300 mil personas”, estima la Defensoría.

Las cifras muestran que se triplicó la población en los barrios populares en los últimos 20 años. Esto es a pesar de que la cantidad de habitantes de la Ciudad se mantiene prácticamente estable desde el censo de 1945. Es decir, no tiene que ver con un supuesto crecimiento demográfico sino que está ligado estrictamente a cuestiones económicas.

Para Cecilia Zapata, investigadora del Conicet, el fenómeno se genera porque “no hay posibilidad de acceso al alquiler en la Ciudad para los sectores populares. Tampoco para aquellos sectores de ingresos medios, incluso trabajadores registrados, que no logran cubrir todos los requerimientos que les impone el mercado inmobiliario formal”.

QUÉ RESPONSABILIDAD LE CABE A HORACIO RODRÍGUEZ LARRETA

“El problema del crecimiento de la población en villas no es específico de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta. Es algo estructural de la Ciudad, pero la gestión Larreta no hizo nada para revertirlo”, le dijo Zapata a NA. Además remarcó que “es un fenómeno propio de las grandes ciudades que, incluso, muy lentamente empieza a derramar hacia el primer cordón del conurbano bonaerense“.

LOS PROBLEMAS DE LA URBANIZACIÓN

Para Zapata, los procesos de urbanización que encaró el Gobierno de la Ciudad en los barrios populares tampoco fueron una solución al tema de fondo. De hecho, eso quedó expuesto con la pandemia. Por la falta de agua corriente y cloacas, el COVID tuvo su epicentro en los barrios populares con contagios masivos.

En paralelo, terminaron siendo un arma de doble filo porque la intervención estatal “disparó los precios de los alquileres” en las villas.

“Los procesos de urbanización tuvieron muchos problemas de implementación. A escala territorial generaron un fenómeno de expulsión de la población más vulnerable de las villas que estaban siendo urbanizadas a otras que no eran parte de los planes de urbanización y se convirtieron en dormitorios más baratos”, reseñó.

El fenómeno de los alquileres en villas, potenciado por el crecimiento poblacional, es poco estudiado aún. Según la Defensoría, “el 30% de los habitantes de las villas porteñas son inquilinos que pagan lo mismo en que otros barrios. La diferencia es que en cualquier barrio porteño para alquilar se pide garantía o un seguro de caución. En las villas la garantía de un alquiler es la propia persona”.

El 72% de estos “nuevos inquilinos” alquila una pieza. Se debe someter a condiciones leoninas en el mercado informal. Incluso una porción de ellos sufren aumentos mensuales del precio del “inmueble”.